Compradora compulsiva: señales a tener en cuenta para no acercarte a las rebajas

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A muchas personas les gusta «comprar», pero para alrededor del siete por ciento de todas las personas, comprar con regularidad se convierte en un frenesí (compradora compulsiva). Se aconseja psicoterapia a los afectados. Esto es especialmente cierto si se produce una compra excesiva junto con otras enfermedades mentales como la depresión.

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Busca ayuda si te sientes identificado

Compradora compulsiva

Buscar ayuda es realmente importante, ya que las compras compulsivas a menudo pueden hacer que las personas se vayan al fondo y pierdan todas sus posesiones. Las compras compulsivas también pueden causar un daño irreparable a las relaciones con los cónyuges o los hijos.

Para los adictos a las compras, poseer algo no es el objetivo, pero comprarlo en sí desencadena una sensación de felicidad al menos efímera. Pero esta felicidad es efímera: El episodio de compra está precedido por una fase de depresión, tensión o aburrimiento.

La compra se percibe entonces a corto plazo como liberación, placer, bienestar o recompensa. Pronto llegaron el remordimiento y la vergüenza. Los artículos comprados suelen estar ocultos, atesorados o regalados, según el psicoterapeuta.

Pero las consecuencias de la enfermedad no se pueden ocultar: Muchos pacientes tienen problemas sociales, económicos y, a menudo, también legales cuando finalmente buscan tratamiento.