El regreso de la Cabalgata de los Reyes Magos ha llenado de ilusión las calles del centro de Zaragoza. Miles de niños, acompañados de sus padres, se han congregado para ver pasar a la comitiva, que a causa de la pandemia no ha lanzado caramelos, como es habitual. Además, todos los asistentes debían acudir con mascarilla, también recomendada para los menores de seis años.
Los zaragozanos han seguido con rigor las recomendaciones dadas por la vicealcaldesa de Zaragoza, Sara Fernández, y al término de la misma se han dispersado con rapidez para evitar acumulación de personas.
A causa de la pandemia, el número de participantes se ha reducido a la mitad –de 420 a 220–, lo que no ha impedido llenar de magia el recorrido de la Cabalgata. Un total de 190 artistas, los Reyes Magos y su séquito de 27 personas han repartido alegría y saludos a los menores asistentes. Además, había carteros reales para los rezagados.
Un hinchable de la Estrella de Oriente y el grupo K de Calle han abierto una Cabalgata que ha contado también con personajes fantásticos, marionetas gigantes y bichos mágicos, entre otros seres que se han dirigido durante todo el recorrido a los niños, que han disfrutado saludándolos. También se ha oído la música de orquestas y no ha faltado la tradicional locomotora con carbón.
Los Reyes Melchor, Gaspar y Baltasar, que también llevaban mascarilla, han llevado la ilusión a los menores que esperaban pegados a las vallas que delimitaban el itinerario y que gritaban sus nombres con emoción.
El trayecto ha comenzado a las 18.00 horas en el colegio Joaquín Costa, para seguir por el paseo María Agustín, plaza Aragón, paseo Constitución, paseo de la Mina, calle Coso, plaza de España, calle Coso, calle Alfonso y plaza del Pilar, hasta la puerta de salida del belén monumental, para hacer la adoración al Niño Jesús y entregarle sus presentes –oro, incienso y mirra– antes de subir al balcón del Ayuntamiento, desde donde han saludado a los ciudadanos.
La Cabalgata ha mantenido el recorrido de 2019, manteniéndose vallado en toda su extensión, y que, al ser el segundo más largo de España, facilita que el público se pueda distribuir por sus 3,2 kilómetros de longitud. La producción y dirección del espectáculo ha sido asumida este año de manera directa Zaragoza Cultural.