Compromís ha presentado una batería de preguntas en Les Corts dirigidas a la Consejería de Justicia para analizar la información territorializada sobre el número de casos de violencia sexual con sumisión química y trabajar en medidas que puedan erradicar este tipo de violencia machista, al considerar «muy preocupante» el uso de la conocida burundanga para agredir sexualmente a las mujeres, por el aumento de casos registrados.
Los datos del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de 2020, un año con varios confinamientos por la pandemia, recogen un total de 2.054 agresiones sexuales. En 685 de estos casos se realizaron las pruebas toxicológicas ante la sospecha de que pudieron haberse producido con sumisión química, con resultado positivo en el 70%.
Según estas institución, la cifra en realidad es más alta puesto que en los últimos cinco años su estimación determina que aproximadamente el 33% de las agresiones sexuales son de este tipo: una de cada tres. «Todo esto teniendo en cuenta la dificultad que resulta evidenciar y probar este tipo de violencia», alerta en un comunicado la diputada Mònica Álvaro, quien ha registrado la batería de preguntas junto a su compañero Silverio Tena.
La coalición quiere que la Conselleria que dirige Gabriela Bravo detalle el procedimiento que se adopta por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ante posibles casos de violencia sexual con sumisión química, además de informar si tiene constancia de las derivaciones producidas a las posibles víctimas de violencia sexual con sumisión química para la realización de pruebas toxicológicas. También pide conocer el número de casos de violencias sexuales con sumisión química que se han producido en los últimos años en la Comunitat.
Con estos datos, Compromís apuesta por trabajar en medidas que puedan contribuir a reducir un problema que «aumenta y preocupa de cara a la seguridad de las mujeres», lamenta la también portavoz adjunta del grupo en Les Corts.