Podemos suponer que un bien es algo material, algo palpable. Es el resultado de las transformaciones de las materias primas, es decir, de los materiales extraídos de la naturaleza, o fabricados a partir de otros bienes.
Esta definición no es del todo exacta, porque aunque los bienes son en su mayoría materiales, también hay bienes inmateriales. Una pieza musical no tiene existencia física, pero puede almacenarse para que esté disponible en cualquier momento, sin necesidad de pagar por cada escucha. La economía digital se basa en una explosión de bienes inmateriales (software, juegos, vídeos, etc.).
¿Cómo se define un bien?
Un bien sólo existe en un contexto económico: por ejemplo, un animal sólo es un bien si está destinado a ser vendido.
Un bien puede ser duradero o no duradero (perecedero). La frontera entre estos dos criterios es muy difusa. A veces se considera que un bien es duradero si está destinado a ser utilizado durante más de tres años, semiduradero si se utiliza entre uno y tres años y no duradero si se utiliza durante menos de un año.
Un bien que no puede ser reutilizado es necesariamente no duradero (para ser precisos, es consumible). Por tanto, una lata de guisantes que se va a consumir en un año no es un bien semiduradero.
Un bien puede ser también un bien de consumo o un bien de producción. Como su nombre indica, un bien de consumo (o bien final) sirve para satisfacer una necesidad del consumidor. Ejemplos: un coche, un libro, unas gafas, etc.
En cuanto al bien de producción (o bien indirecto), se utiliza para proporcionar un bien o servicio que no se consume tal cual. Puede ser un bien intermedio que se transforme o un bien de capital que se utilice para esta transformación.
De nuevo, la distinción no siempre es clara. Un saco de harina es un bien de consumo cuando se pone en la estantería de un supermercado, pero es un bien intermedio si se vende a un panadero (ya que éste lo incorporará a otros bienes del mercado). Hemos visto que el coche, el libro y las gafas son bienes de consumo, pero si se trata de un taxi, un manual de software profesional y unas gafas de protección, ¡es un bien de producción!
Mercado o no mercado
Un servicio, más raramente un bien, puede ser gratuito. Se dice que no es de mercado. Así, un policía produce un servicio de no mercado mientras que un diseñador gráfico produce un servicio de mercado. En un mismo país, un servicio puede ser a veces de mercado y a veces no: autopistas, servicios médicos, educación, etc.
También en este caso, las cosas pueden complicarse. Por ejemplo, en países se habla del «precio del agua», pero se trata de una denominación errónea. El agua es gratuita (materia prima no de mercado), pero su extracción, transporte y tratamiento tras su uso se pagan (servicios de mercado). Por lo tanto, hay que hablar lógicamente del «precio de un servicio de agua potable».
Individual o colectivo
Si un bien o servicio se pone a disposición de una sola persona, se dice que es individual o privado. Si está a libre disposición del público, es colectivo. Una farola, por ejemplo, es un bien de capital colectivo (no es de mercado para el individuo, pero sí para el municipio).
Esto no debe confundirse con la propiedad común, que es de libre disposición para todos, pero lo que toma una persona no puede ser tomado por otra (las setas de un bosque o los peces de un lago son propiedad común).
Diferencia entre bienes y servicios
Para entender la diferencia entre bienes y servicios, primero debemos establecer la definición de bienes. La noción de un bien es una noción económica, es decir, un bien se produce con el objetivo de ser vendido y comprado.
Generalmente se entiende que un bien es un objeto que se puede tocar, que existe de forma física, es entonces un bien material. Este objeto puede estar en bruto, extraído directamente de la naturaleza, pero también puede ser transformado o elaborado a partir de diferentes bienes.
Bien material combinado o hecho de diferentes bienes: una estantería. Para hacer esta estantería se necesita madera de pino, tornillos y pintura.
Un bien también puede no ser tangible, es un bien intangible: Piensa en la economía digital, que se basa en estos bienes inmateriales. También puede ser la electricidad o el agua potable.
Los bienes de producción se destinan a la transformación o a ser utilizados para la producción de otros bienes. Se trata de bienes intermedios que no se utilizarán tal cual.
¿Pero, cuál es la diferencia?
Por último, para establecer la diferencia entre bienes y servicios, debemos explicar ahora el término servicio. Los servicios son de naturaleza inmaterial, son una acción, una prestación, una capacidad técnica o intelectual. También se pueden encontrar en algunos libros de texto bajo el nombre de terciario. Este servicio se realiza generalmente al mismo tiempo que se consume.
Los servicios de mercado son servicios destinados a la venta y se pagan. En la inmensa mayoría de los casos, los proporcionan las empresas.
Los servicios no comerciales son gratuitos o casi gratuitos. Los servicios casi gratuitos son aquellos cuyo precio es insignificante, es decir, inferior al precio de producción, y cuya finalidad es mejorar la estructura. Por ejemplo, para registrarse en la biblioteca local. Estos servicios son proporcionados en gran parte por el Estado y las instituciones.
En resumen, los servicios y los bienes son, en la práctica, completamente interdependientes. El componente material de estos bienes de servicio es importante, como muestran las estadísticas de consumo. La estrecha relación, año tras año, entre el consumo de energía y el PIB es una demostración convincente de ello.
Y a medida que la productividad sigue creciendo, la distribución entre los factores de producción se modifica, aumentando el consumo de capital y energía y disminuyendo el empleo, lo que amplía el dilema: crecimiento económico o desempleo.