Los roscos de vino forman parte de los postres típicos de las Navidades en España y aunque son originales de Málaga, todo apunta a que llegaron de parte de la influencia de la gastronomía árabe. En la receta original se preparan con manteca de cerdo y aguardiente; sin embargo, en la actualidad algunos cocineros prefieren el aceite de oliva y el vino dulce.
Estos dulces en forma circular, con un gran agujero en el centro de la rosca y rebosados de azúcar, son una verdadera delicia para merendar o acompañar un café. Anímate a prepararlos y disfrútalos cuando quieras.
8Forma los roscos
Con un cortador de galletas redondo, corta círculos de masa de unos 5 o 6 centímetros de diámetro y con ayuda de un molde de circunferencia más pequeña, corta y retira el centro para darle la forma característica de los roscos.
A medida que vayas sacando los roscos de vino, colócalos en una bandeja previamente forrada con papel de hornear. Trata de que no se toquen los bordes de los roscos y la masa que quede y con la del centro de los roscones, reúnelas amásalas y repite la operación hasta que agotes la misma.