Hoy es un día importante en el santoral católico, porque de recuerda a una figura muy importantes para la cristiandad inglesa, San Tomás Becket, quien en vida fue martirizado por Enrique II, rey de Inglaterra.
San Tomás Becket
Fue un obispo católico británico que murió mártir, producto de las intrigas tramadas por Enrique II y sus ambiciosos y envidiosos seguidores en Gran Bretaña, quien desde muy joven se empapó de las enseñanzas y los preceptos religiosos de la Iglesia Católica, ya que fue educado desde niño por los monjes del convento de Merton, en Londres. Pero el suceso que lo convenció de dedicar su vida a la labor de Dios ocurrió cuando tenía 24 años y, por accidente, cayó a un río en el cual fue arrastrado por las corrientes hasta el lugar en el que funcionaba un molino y estuvo a punto de morir atrapado por las aspas del mismo, pero un suceso milagroso salvó su vida, y es que el molino se detuvo cuando ya no había salvación posible.
Ese acto milagroso lo hizo tomar los votos y dedicar su vida al servicio de la cristiandad, llegando a ejercer el cargo de ayudante del Arzobispo de Inglaterra, ascendiendo después de manera veloz en la jerarquía clerical. Al fallecer el Arzobispo de Canterbury, Tomás Becket ocupó el cargo de benefactor de esa Diócesis por nombramiento del papa Alejandro III. Fue este acto el que dio inicio a los malos términos en la relación que sostenía con Enrique II, a pesar de que San Tomás Becket había sido un eminente diplomático del Papa de Roma por mucho tiempo y de haber llegado a ser amigo del Rey.
Sucedió que San Tomás Becket había logrado que Enrique II se hiciera amigo del Papa Eugenio III, razón por la cual Enrique le ofreció a Tomás el cargo de Canciller por estimar que le había realizado un gran favor a la corona. Tomás apenas contaba con 36 años.
Cuando falleció el Arzobispo de Canterbury, Enrique II quiso nombrar a San Tomás Becket para tal puesto de inmediato, pero Tomás afirmó que no se merecía tal distinción, aunque luego el Papa lo convenció de que aceptara el cargo y con él, la administración de los bienes del arzobispado y varias misiones diplomáticas importantes que debieron realizarse en viajes a Roma.
Pero todo ello estuvo precedido de una profecía lanzada por el propio San Tomás Becket, quien afirmó que si aceptaba el puesto que le estaba ofreciendo Enrique II, quien hasta ese momento había sido su amigo, se iba a convertir en su enemigo y así se lo dijo al rey, quien no hizo caso da la advertencia. San Tomás Becket comenzó a corregir valientemente todas las faltas que Enrique cometía y por eso se volvió su enemigo.
A partir de ese momento, Enrique II se dio a la tarea de llena de obstáculos la carrera de San Tomás Becket, ahora convertido en Arzobispo, y se dice que Enrique II llegó a afirmar que no podría haber más paz en su reino mientras Becket viviera, y que esa fue la justificación para ordenar su martirio y ejecución el 29 de diciembre del año 1170. Pasados algunos años, el Papa canonizó a San Tomás Becket y excomulgó a Enrique II por dos años.
Ateniéndonos al significado del nombre en arameo, Tomás quiere decir gemelo, y a día de hoy más de 64.000 hombres llevan el nombre de Tomás en España, aunque muchas mujeres también fueron bautizadas con el nombre de Tomasa.
Por supuesto, San Tomás Becket no está sólo en este día, sino que se encuentra acompañado del Beato Pedro el Venerable, quien llegó a ser el abad del Monasterio francés de Cluny, uno de los santuarios cristianos más importantes históricamente para la tradición cristiana de Francia