Para nadie es un secreto que en la industria de los videojuegos, el hacer las consolas siempre ha supuesto un pérdida para todas las compañías. Si bien estas reducen el precio a propósito para hacerlas atractivas al consumidor, el proceso de fabricación suele ser mucho más costoso que al momento de venderlas. Claro que todas saben eso y se manejan según un margen establecido; pero el riesgo que corren radica en que donde realmente esperan obtener ganancias es en la venta de videojuegos. En al actualidad la el poder vender juegos, controles, accesorios, los contenidos de descarga y, lo que ahora está de moda, los servicios de suscripción; al final son los que dan réditos a las compañías.
El caso es que todas las empresas que se dedican al mundo de los videojuegos saben que las pérdidas en la fabricación de consolas es algo muy común. Tanto Sony, Nintendo y Microsoft, por nombrar algunas, conocen que crear estas máquinas cuesta mucho más de lo que suelen ofrecerlas luego en el mercado. La clave que todas estas compañías tienen es en el método de venta que utilizan, pues hacer los aparatos atractivos para el usuario a la hora de lanzarlos; así generan clientes fieles que consumen sus juegos y su siguiente generación de consolas. Realmente el proceso es muy costoso y se trata más que nada de amortizar el hardware con el software; sin embargo, cada una de las empresas ha sabido campear está situación a su manera.
7Game Pass es el gran negocio de Microsoft
Esa gran cantidad de juegos, los contenidos descargables y esos accesorios que ofrece y, lo mejor que tienen ahora, sus suscripción al Game Pass, son los que verdaderamente dan réditos a la compañía norteamericana. El negocio verdadero de Microsoft está allí en estos momentos; porque las consolas vendidas no generan mucho, sino todo lo demás. El tiempo es el que hará mejorar las cosas, como lo hizo con su predecesora, en eso es que confían plenamente.