Para nadie es un secreto que en la industria de los videojuegos, el hacer las consolas siempre ha supuesto un pérdida para todas las compañías. Si bien estas reducen el precio a propósito para hacerlas atractivas al consumidor, el proceso de fabricación suele ser mucho más costoso que al momento de venderlas. Claro que todas saben eso y se manejan según un margen establecido; pero el riesgo que corren radica en que donde realmente esperan obtener ganancias es en la venta de videojuegos. En al actualidad la el poder vender juegos, controles, accesorios, los contenidos de descarga y, lo que ahora está de moda, los servicios de suscripción; al final son los que dan réditos a las compañías.
El caso es que todas las empresas que se dedican al mundo de los videojuegos saben que las pérdidas en la fabricación de consolas es algo muy común. Tanto Sony, Nintendo y Microsoft, por nombrar algunas, conocen que crear estas máquinas cuesta mucho más de lo que suelen ofrecerlas luego en el mercado. La clave que todas estas compañías tienen es en el método de venta que utilizan, pues hacer los aparatos atractivos para el usuario a la hora de lanzarlos; así generan clientes fieles que consumen sus juegos y su siguiente generación de consolas. Realmente el proceso es muy costoso y se trata más que nada de amortizar el hardware con el software; sin embargo, cada una de las empresas ha sabido campear está situación a su manera.
4Se esperan mejoras en el futuro
Al momento en que la PS5 se haya librado del alto costo que supone vender el hardware, esto durante los próximos años, los resultados de Sony comenzarán a mejorar. En ese sentido, cuando salieron las consolas de PS4, la empresa japonesa perdía unos 20 dolares por unidad; sin embargo, en estos últimos años ha comenzado a ganar dinero gracias a que no ha reducido mucho su precio desde el momento en que salió. Esto podría aplicarse también con la PS5, aunque todo dependerá en como vayan las ventas en el futuro.