La Guardia Civil investiga a 27 personas vinculadas a una organización dedicada al transporte ilegal de residuos plásticos desde España a países asiáticos como Malasia, Camboya o Tailandia.
La Fiscalía Delegada de Medio Ambiente y Urbanismo ha dirigido la investigación, que ha sido llevada a cabo por agentes del SEPRONA de la Guardia Civil en el marco de la operación denominada Pindaan, a la organización, cuya cúpula estaba establecida en Malasia y Singapur.
Entre los objetivos de las pesquisas se encuentra una parte de la red internacional que controlaba esta actividad que funcionaba con el despliegue de personas en España para la compra de plásticos y posterior envío a Asia, según ha informado el Instituto Armado en un comunicado.
A las personas investigadas se les imputan delitos contra recursos naturales y medio ambiente por el traslado ilícito de residuos, además de pertenencia a organización criminal.
Los hechos están relacionado con la devolución en 2019 por parte del Gobierno de Malasia a España de cinco contenedores de transporte de mercancías cargados con residuos plásticos contaminados con productos tóxicos procedentes de la agricultura intensiva, en los que, tras los análisis correspondientes, se detectó restos de productos fitosanitarios.
Tras las investigaciones llevadas a cabo por la Unidad de Medio Ambiente y Urbanismo de la Fiscalía General del Estado y la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente del SEPRONA, se descubrió que se estaban exportando contenedores de plásticos sin las autorizaciones y comunicaciones pertinentes hacia terceros países.
Además, la mayoría de estos residuos no habían sufrido el proceso de descontaminación exigido para que los países que lo recibían lo hiciesen como materia prima y pudiesen trabajar en la elaboración de productos a posteriori. Esta materia no utilizada, irremediablemente se convertía en desecho, que en muchas ocasiones acababa en vertederos ilegales, océanos y ríos.
A raíz de la prohibición de importaciones de residuos plásticos que estableció China en el 2018, los negocios se desplazaron hasta otros países asiáticos, donde se recepcionan como paso previo a productos que finalmente acaban en el gigante asiático. Los distintos materiales que llegan a esos países son tratados en instalaciones ilegales, muchas de ellas ya desmanteladas, y luego exportados a su vez a China como destino final de la materia prima valorizada.
Europol e Interpol han colaborado en la investigación con el análisis de las comunicaciones y en el análisis estratégico de documentación para hallar posibles relaciones con otros países, movimientos de divisas e información de envíos, mientras la Subdirección General de Economía Circular del Ministerio para la Transición Ecológica ha puesto en marcha en equipos de trabajo conjuntos encaminados al estudio sobre la ilegalidad de los envíos.