Las infecciones de orina son aquellas que afectan a las vías urinarias. Frecuentemente, las confundimos con la cistitis. Sin embargo, no es lo mismo exactamente. La última es el término genérico empleado para todas las inflamaciones de la vejiga, ya sean de origen infeccioso o de otro tipo. Por su parte, una infección de orina puede afectar a la uretra, las llamadas uretritis, o a la vejiga, como en el caso de la cistitis.
Es una dolencia que, por factores anatómicos, se da de manera más común en las mujeres, y si no se trata a tiempo, puede desembocar en dolencias más graves, como daños renales severos o la septicemia, enfermedad potencialmente mortal, que se produce cuando la infección se extiende de las vías urinarias a los riñones.
Los síntomas que nos ayudan a detectarla son, entre otros, la necesidad constante de orinar, hacerlo en pequeñas cantidades y muchas veces, sensación de ardor, color extraño en la orina, olor fuerte de la misma, etc. En cuanto a las causas y los factores de riesgo que te hacen más tendente a sufrir infecciones de orina, los vamos a detallar a continuación.
1Actividad sexual
En las mujeres sexualmente activas, aparecen con más asiduidad las infecciones de orina, dado que las bacterias ingresan en las vías urinarias en este tipo de actos a través de la uretra. Normalmente, la causante es la bacteria Escherichia coli, que, de por sí, se encuentra en esa zona del cuerpo humano, pero que, al dañar, con la penetración, la mucosa protectora que impide la entrada de microorganismos nocivos en la vagina, se facilita su entrada en las vías urinarias.