Las organizaciones ecologistas Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF España han tildado de «insuficientes» los nuevos planes hidrológicos de cuencas para hacer frente al «desafío» de la crisis climática del agua. «Se estaría muy lejos de cumplir con el objetivo de que los ecosistemas acuáticos se encuentren en buen estado de salud antes de 2027», han comentado.
Según informaron fuentes de Ecologistas en Acción en un comunicado, todos los colectivos han coincidido en que «tan solo se ha mejorado a la hora de reconocer los graves problemas que sufren los ecosistemas acuáticos y acuíferos y se han hecho ciertos avances en algunas materias, como incorporar mejor la restauración de los ríos».
Sin embargo, «estos planes siguen sin hacer frente a los desencadenantes de la degradación de los ecosistemas acuáticos. Esto significa que no se va a garantizar que los ríos, humedales y acuíferos españoles puedan adaptarse al cambio climático ni, mucho menos, que sobrevivan a la extrema sobreexplotación», han apostillado.
De igual forma, las organizaciones han insistido en que «era razonable» que «muchas infraestructuras dañinas para los ríos, como grandes presas, no entraran en este ciclo de planificación».
«No obstante, los documentos mantienen algunas obras obsoletas para la transición ecológica y la protección de las masas de agua, entre ellas, el recrecimiento de Yesa (en el Ebro), las balsas de La Rial y de Los Morales (en el Duero), o el recrecimiento del Agrio (en el Guadalquivir). De hecho, se incluyen obras que cuentan incluso con sentencias de nulidad por parte de los tribunales, como el caso de Mularroya», han añadido.
Aunque Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF España han dado la bienvenida a que, por primera vez, tras doce años de planificación hidrológica, se reconozca la obligatoriedad de fijar un régimen de caudales ecológicos universal, han precisado que «los caudales mínimos, en general insuficientes, están lejos de cumplir con los objetivos de la legislación de aguas».
En este sentido, han señalado que, a pesar de ese tiempo transcurrido, los valores fijados de caudales ecológicos «no se ajustan a los resultados de los estudios más recientes, siendo necesaria su redefinición», sino que, «por el contrario, los caudales se ajustan para no comprometer los consumos actuales o futuros, por lo que no suponen en la práctica apenas ningún tipo de restricción, tal y como exige la ley».
Además, han llamado la atención sobre el programa de seguimiento de su cumplimiento real por los usuarios, del que han dicho que «está muy limitado y no atiende a las necesidades hídricas de los espacios Red Natura 2000, tal y como apuntaba la Comisión Europea en sus informes de evaluación de los planes vigentes».
Las organizaciones ecologistas han alertado de que «se siguen promoviendo las actividades que más impactan a los ríos, humedales y acuíferos, ligadas a la expansión del regadío intensivo en todas sus vertientes». Entre ellas, han citado nuevas transformaciones, intensificación y ampliación de riegos existentes mediante modernizaciones que no cuentan con una justificación medioambiental, y el uso del agua depurada o la sustitución de bombeos. Asimismo, han criticado que «se mantiene en gran parte esta política, culpable de los graves problemas de sobreexplotación y mal estado de las masas de agua en muchas cuencas, sin previamente reducir las demandas».
ESPACIOS EMBLEMÁTICOS: FALTA DE AMBICIÓN
Para Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF España, la degradación de los humedales emblemáticos de Doñana, Mar Menor, Tablas de Daimiel, delta del Ebro o la albufera de Valencia «sigue sin corregirse pese a la urgencia y gravedad de su situación».
«No aportan suficiente agua mediante la Planificación Hidrológica, que es la piedra angular de la política de conservación de estos grandes ecosistemas. La falta de planes de actuación para las masas subterráneas en riesgo de los acuíferos que alimentan a varios de ellos impide activar medidas de Estado urgentes para salvarlos», han comentado.
Respecto al Mar Menor, han afirmado que «las autoridades regionales no admiten medidas que propicien cambios en las políticas agrarias del entorno del Mar Menor y Daimiel causantes de los problemas, ni siquiera se discuten o cuestionan de cara a los recursos menguantes existentes».
PLANES HIDROLÓGICOS «CERRADOS EN FALSO»
A todo esto, han agregado que se ha terminado el periodo de información pública de los Planes Hidrológicos «sin que se hayan cerrado los compromisos con la Unión Europea (UE), a través de cambios normativos adecuados».
Entre ellos, ha mencionado «la coordinación de los borradores de los reglamentos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación contra el exceso de contaminación agraria por nitratos, o contra la expansión de las macrogranjas, y por la que España está imputada ante el Tribunal de Justicia de la UE, la incorporación de las recomendaciones del Tribunal de Cuentas de la UE sobre el impacto del regadío o la Estrategia de Transición Hidrológica que exige la Ley de Cambio Climático».
Tampoco se ha establecido, a su juicio, «la adecuada gobernanza ante las medidas de la PAC dirigidas a la intensificación o expansión del regadío».
De esta forma, «España sigue tratando de mantener una política de aguas expansiva en el consumo, que tiene como consecuencia el grave deterioro de los ecosistemas acuáticos, sin replantear por completo el modelo económico, especialmente el agrario».
Por todo ello, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF España han solicitado que las inversiones de los planes hidrológicos se dirijan de forma mayoritaria a alcanzar los objetivos ambientales que exige la Directiva marco del agua (DMA) para 2027, al tiempo que han advertido de que «ya estamos en el tiempo de descuento».