Aunque su origen no está muy claro, se tiene evidencia de que el cachopo se preparaba desde el siglo XVIII y para ese entonces, se le conocía por el nombre de filete a la asturiana; de allí la firme asociación que se le hace como un plato originario de Asturias.
Era un plato muy conocido por la aristocracia de Asturias, como un plato antiguo, pero resurgió en la década de los 50, debido al éxito que tuvo en varios restaurantes. La tradición de preparar un buen cachopo se mantiene viva en Asturias; y por ello, continúa siendo motivo de competencia cuando se busca conseguir el mejor.
5Otra forma de rebosarlo
Para garantizar un cachopo crujiente en el exterior y tierno y suave en el centro, puedes rebosar dos veces; para ello, pasa el cachopo por huevo batido y por harina de trigo para evitar que se salga el relleno. Fríelo por unos dos minutos por cada lado y pásalo por pan rallado.
Una vez que lo rebozas por pan rallado, llévalo nuevamente a la sartén con aceite y fríelo por tres minutos por cada lado. Retira del fuego y coloca en un envase con papel absorbente para evitar que se siga cocinando y también para eliminar el exceso de grasa.