La Navidad, en el mundo occidental, es el momento del año que más asociamos con la celebración. Para todos, incluidos los más alejados de la fe cristiana, es una época en que acostumbramos a reunirnos con familiares, amigos, compañeros de trabajo, etc. La alegría que nos producen estas fiestas la expresamos frecuentemente comiendo y bebiendo. Si lo hacemos sin la moderación debida, aparecen los dos invitados menos deseados en toda fiesta. Sí, estamos refiriéndonos a las resaca y la indigestión.
Particularmente, entre tantos compromisos, la resaca, es decir, los molestos síntomas que aparecen después de una ingesta desmesurada de bebidas alcohólicas, puede resultar un contratiempo de lo más inoportuno. Sin embargo, existen trucos para combatirla más allá de la siempre recomendable moderación. En el siguiente artículo, te los contamos para que puedas disfrutar sin que esto te lastre.
8Ducha

El paso lógico después de practicar ejercicio es irte directo a la ducha. Aún así, si no optas por la alternativa anterior, hazme caso y dúchate. No sólo por cuidar la higiene, que nunca está de más y menos después de salir de fiesta, sino porque una ducha, sobre todo si es con agua fría, contribuye a reactivar la circulación de la sangre por tu cuerpo.