Si hablamos de una parte del cuerpo con suficiente fuerza como para que un escalador, por ejemplo, pueda subir una montaña y a la vez tan precisa que es capaz de ejecutar movimientos tan finos y delicados como un dibujo o una operación quirúrgica, estamos hablando de la mano. La mano humana está formada por los huesos carpianos, metacarpianos y falanges; los nervios mediano, radial y cubital y los músculos intrínsecos y extrínsecos, además de una compleja red de vasos sanguíneos y tendones. Los músculos extrínsecos, son los músculos del antebrazo que se insertan en la mano y producen movimientos. Se puede decir que los músculos intrínsecos son los auténticos músculos de la mano porque sus orígenes están ubicados en la zona de la mano y la muñeca. La muñeca es la articulación más compleja del cuerpo humano y une el antebrazo con la mano.
Los nervios de la mano y de la muñeca se extienden desde la zona que se encuentra en la base del cuello llamada plexo braquial, hasta la punta de los dedos. El nervio mediano, controla la sensibilidad de los dedos pulgar, índice y corazón, así como parte de la palma de la mano. La zona de la muñeca por donde entra el nervio mediano en la mano se llama túnel carpiano. “Cuando hay una aumento de los tendones flexores por una tendinitis o por alguna causa el ligamento que los cubre aumenta su grosor, el nervio mediano tiene menos espacio y queda comprimido, entonces empiezan a aparecer los síntomas que conocemos como Síndrome del Túnel Carpiano” explica el doctor Vicente Carratalá, Jefe de la Unidad de Mano y Miembro Superior y especialista del Servicio de Traumatología del Hospital Quirónsalud Valencia. El síndrome del túnel carpiano es una neuropatía periférica que ocurre cuando, a nivel de la muñeca, el nervio mediano se comprime dentro del túnel carpiano.
Los síntomas suelen comenzar progresivamente experimentando hormigueo y entumecimiento en los dedos, generalmente en el pulgar, el índice y el medio o en la palma de la mano. Esta sensación puede ir desde la muñeca hasta el brazo y a veces se presenta durante la noche, o cuando se está sujetando algo: el volante del coche, el periódico o el móvil, por ejemplo. Algunas personas, ante la sensación de tener dormida la mano o la muñeca, sacuden las manos para intentar aliviar los síntomas. Las personas que sufren de Síndrome de túnel carpiano, también pueden notar debilidad o pérdida de fuerza en la mano y dejan caer las cosas que sujetan. Esto sucede por el entumecimiento de la mano o la debilidad que sufren los músculos del dedo pulgar que hacen el movimiento de pinza y están controlados por el nervio mediano.
El Síndrome del túnel carpiano lo puede provocar cualquier cosa que oprima o irrite el nervio mediano en la zona del túnel carpiano, desde una fractura de muñeca hasta una artritis reumatoide. A veces no hay una causa concreta y puede ser que la combinación de varios factores contribuya al desarrollo de esta afección. Las mujeres suelen padecer más frecuentemente este síndrome porque la zona del túnel carpiano es más pequeña que en los hombres. También enfermedades crónicas como la diabetes, aumenta el riesgo de lesión de los nervios incluido el nervio mediano. “Es muy frecuente en personas que desarrollan actividades que requieren flexión y extensión de manera repetitiva de la muñeca, como trabajos en cadena de montaje, labores del hogar, carpinteros, pintores o el uso prolongado del ratón del ordenador” puntualiza el doctor Carratalá.
Si el médico especialista sospecha de la existencia de un síndrome de túnel carpiano, medirá la fuerza y la sensibilidad de la mano del paciente y estudiará las causas que hayan podido provocar la sintomatología. Para confirmar el diagnostico, el traumatólogo pedirá un estudio de conducción nerviosa y un electromiograma para ver en qué grado está afectado el nervio mediano. Una vez confirmado el diagnostico se indicará un tratamiento conservador que consiste en rehabilitación, antiinflamatorios y reposo de la mano. A veces es necesaria la colocación de una férula para mantener la mano y el antebrazo en extensión.
Cuando estos tratamientos conservadores no dan resultado y en casos avanzados, es necesario optar por la intervención quirúrgica. La intervención de síndrome de túnel carpiano tradicionalmente se hacía a través de incisiones a nivel de la muñeca y de la entrada del nervio de la mano. “Actualmente contamos con avances técnicos que nos permiten realizar cirugía de forma mininamente invasiva, asistida mediante endoscopia, es decir con una pequeña cámara que nos sigue la trayectoria del nervio o incluso con ecografía” señala del especialista. Esta técnica se realiza con una pequeña incisión de apenas un centímetro, dañando menos las partes blandas lo que hace que exista menos dolor después de la cirugía y el paciente se recupera más rápidamente que con la cirugía tradicional abierta. Normalmente en 3 o 4 semanas el paciente puede volver a realizar las actividades normales de la vida diaria.
Aunque no existen métodos para prevenir el síndrome de túnel carpiano, se puede minimizar la tensión de las manos y las muñecas reduciendo la fuerza al coger alguna cosa o estirando y flexionando las manos suavemente de vez en cuando. Es aconsejable mantener una posición relajada de la muñeca, colocando el teclado a la altura del codo o un poco más bajo para evitar que se duerman las manos. También es conveniente utilizar un ratón para el ordenador cómodo para no forzar la muñeca y mantener una postura correcta para que los hombros no vayan hacia adelante, lo que hace que los músculos del cuello se acorten y compriman los nervios, esto afecta a las muñecas y las manos además de causar dolor de cuello.