Un pescaíto frito siempre cae bien. Acompañado con un chorrito de limón, una textura crujiente y un seductor colorcito dorado, este es uno de los gustazos con sabor a mar y frescura que no solo se disfruta en Andalucía, lugar en el que son todo un emblema, sino también en toda España.
Si quieres disfrutar de un pescaíto frito con todas las de ganar, quédate y conocerás todos los trucos y cómo debes freírlos para que quede fenomenal.
9Ningún exceso es bueno, así que escurrirlo es ley
Una vez que los pescaítos fritos estén perfectamente dorados y crujientes, retíralos del aceite caliente con la espumadera y llévalos a un plato cubierto con papel absorbente. Déjalos allí por un par de minutos y quedarán en su punto.
Nunca retires el pescado del aceite y lo sirvas de una vez, ya que de hacerlo seguramente terminarás con un plato escurriendo grasa, lo cual no será para nada atractivo o apetitoso. Sécalo muy bien y sírvelo dorado, crujiente y perfecto.