Un pescaíto frito siempre cae bien. Acompañado con un chorrito de limón, una textura crujiente y un seductor colorcito dorado, este es uno de los gustazos con sabor a mar y frescura que no solo se disfruta en Andalucía, lugar en el que son todo un emblema, sino también en toda España.
Si quieres disfrutar de un pescaíto frito con todas las de ganar, quédate y conocerás todos los trucos y cómo debes freírlos para que quede fenomenal.
4Un rebozado seco y perfecto para un resultado supremo
La mayoría de los procesos de preparación de alimentos para frituras, pasan por un empanizado de huevo y harina. No obstante, en el caso del pescaíto frito, el rebozado ha de ser seco y ligero.
Para tener un rebozado perfecto solo necesitas usar harina, pero no cualquiera. Para que quede con esa consistencia que tanto te gusta cuando vas de tapas, la mejor que puedes utilizar es la semolina de trigo, conocida también como “harina especial para freír”. Simplemente, pon la harina dentro de una bolsa con cierre hermético, introduce los pescaítos limpios, cierra la bolsa y listo, a sacudir un poco para que se impregnen bien.