El pavo se convirtió en el plato típico de la navidad en muchas partes del mundo; principalmente en Estados Unidos y Europa. Su consumo se le atribuye a Charles Dickens y a su famoso cuento de navidad, el que le dio popularidad para compartir en nochebuena. Sin embargo, su preparación es para muchos un reto, ya que muchas veces su carne resulta algo seca o desabrida. Es por eso que hoy te muestro las claves para lograr que aparte de gustoso, jamás te salga seco.
2De la elección del pavo dependerá en buena parte el resultado
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Existe una amplia gama de pavos diferentes y para que puedas escoger el que mejor se adapte a tus gustos y presupuesto, te voy a presentar cuáles son sus diferencias.
- Orgánicos: Son pavos criados en granjas ecológicas donde son alimentados esencialmente de soja, maíz y trigo y nunca han recibido antibióticos. Esto les hace tener un sabor más suave.
- Clásico o de Corral: Es el pavo de granja convencional que por lo general es de sabor más fuerte, ya que no se tiene control directo de su alimentación.
- Pavos patrimoniales o de Herencia: Son aves con estricto control de su descendencia, se aparean de forma natural, tienen una taza de crecimiento más lenta, viven en total libertad y son más pequeños, de sabor más fuerte y carne más oscura.
- Pavo Kosher: Son sacrificados según los estándares de las leyes Kosher, son pre-sazonados por lo que generalmente tienen muy buen sabor.
- Pre salmuera: Son pavos a los que se les inyecta caldos y condimentos por lo general son muy salados.
- Pavo ahumado: Son pre cocidos, su carne es muy dura y salada.