La pandemia del Covid-19 ha dejado en 2020 la cifra más baja en el histórico de asesinatos por violencia de género (desde 2003), al contabilizar 46 mujeres víctimas mortales de esta lacra, según los datos del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género.
El organismo que preside Ángeles Carmona, ha informado este martes de que en los 99 días que duró el confinamiento, consecuencia de la crisis sanitaria, se registraron cuatro asesinatos por esta lacra, mientras que en los 267 restantes días del año se registraron los otros 42 crímenes.
El Observatorio, según explica el propio organismo, realiza este informe anual a partir de los datos extraídos de los procedimientos judiciales. Su finalidad, según apunta, es profundizar en el conocimiento de este tipo de violencia a través del análisis de las circunstancias específicas de cada caso, detectar fallos o vacíos del sistema y proponer las reformas necesarias.
UNA MUJER ASESINADA CADA 7,9 DÍAS
Sobre violencia de género, y a través del estudio de las 46 mujeres asesinada el año pasado, es decir, una cada 7,9 días, el departamento que lidera Carmona destaca que la tendencia a la baja en esta materia se mantiene desde 2011, con cifras que califica de «muy alejadas» de los valores registrados entre 2003 y 2010.
Según determinan los expertos, esto se debe a la «consolidación» y «perfeccionamiento» de las políticas públicas de protección frente a la violencia de género y, en concreto, «el aumento de la concesión de medidas de protección», «el perfeccionamiento de las herramientas telemáticas», «el incremento porcentual de las sentencias condenatorias» o «la progresiva concreción de las medidas incluidas en el Pacto de Estado».
Aún así, el organismo apunta a las consecuencias de la pandemia en las cifras de 2020. Así, destacan que la reducción registrada también se debe a la situación de mayor control sobre la víctima durante el confinamiento o, por el contrario, a la dificultad de acceso del agresor a la víctima en el caso de parejas no convivientes.
«El levantamiento del estado de alarma y la consiguiente vuelta a la normalidad vinieron acompañadas de un repunte de casos muy significativo con 12 asesinatos en 47 días», ha explicado el Observatorio.
LA MAYORÍA ENTRE LOS 26 Y 45 AÑOS
Del mismo modo, explica que, más de la mitad de las víctimas mortales de esta lacra en 2020 (52,2%) se sitúan en la franja de edad comprendida entre los 26 y los 45 años, pese a que ese tramo representa sólo a un tercio de la población de mujeres mayores de 15 años. También destaca que, ocho de cada diez mujeres asesinadas (36 de las 46 víctimas, 78,3%) mantenían la convivencia con el agresor en el momento del crimen.
Además, en el 34,8% de los casos, existía entre la víctima y el agresor un vínculo matrimonial y en el 45,7% mantenían otro tipo de vínculo afectivo. La relación se mantenía en el momento del crimen en 7 de cada diez casos (71,7%) y ya estaba rota en uno de cada cinco (19,6 por ciento), según explica el organismo.
Por nacionalidad, el 60,9% de las 46 mujeres asesinadas eran españolas y el 39,1 por ciento, extranjeras, dato que, según apunta el informe, pese a ser más bajo que el registrado en 2019, es superior al promedio de la serie histórica, en el que las víctimas de otras nacionalidades representan el 34,8% del total. En este contexto, indica que las en un 66,7% corresponden a nacionalidades europeas, frente al 16,7% de países de América Latina, ambas las dos zonas geográficas de procedencia de la mayor parte de las víctimas.
MENORES EN SITUACIÓN DE ORFANDAD
Por otra parte, el Observatorio señala que la violencia de género dejó huérfanos a 29 menores en 2020. Para el 58% de estos niños, el agresor de su madre era su padre biológico; mientras que en el resto de casos, los menores eran fruto de otras relaciones de las víctimas.
Los expertos apuntan que, «un año más» el domicilio, común o de uno de los miembros de la pareja o expareja, es el lugar donde se cometieron la mayoría de asesinatos (el 80%) por violencia de género, mientras que el método más empleado para cometer los crímenes fue el arma blanca (48,8%), seguida por los golpes (23,3%), la asfixia o estrangulamiento (15%) y el arma de fuego (14%).
Del mismo modo, el informe destaca que, en el 83% por ciento de los crímenes cometidos con arma de fuego terminó con el suicidio del agresor y cuando el método empleado para el crimen fue otro, el porcentaje de suicidios desciende al 19%.
El informe elabora también un perfil del autor de los feminicidios a partir de los datos objetivos extraídos de los expedientes judiciales. En este caso, en 2020, se corresponde con el de un varón con una edad media de 48,4 años, prácticamente idéntica a la edad promedio de hace un año y muy igualada (apenas un año superior) con la de las víctimas; en su mayoría español (69,6%) y con vínculo matrimonial con la víctima (50%).
SOLO UN 17,4% DE LAS ASESINADAS HABÍAN DENUNCIADO
Por otra parte, el Observatorio destaca que solo 8 de las 46 víctimas mortales de 2020 (17,4 %) había presentado denuncia previa contra su agresor, lo que supone, según señala el informe, un promedio inferior al registrado en 2019, año en el que el 21,8% de las víctimas había denunciado a su pareja o ex pareja con anterioridad al crimen, y también al registrado en 2018, cuando se situó en el 34 por ciento.
En este sentido, indica que, el porcentaje de víctimas mortales que presentaron denuncias previas entre los años 2003 y 2020 es irregular y presenta importantes oscilaciones interanuales que van desde el 15,8% de 2005 hasta el 34,5% de 2014.
Además, precisa que las víctimas mortales de 2020 que habían presentado denuncia previa tenían una edad media de 46,1; que ninguna de las víctimas con edades inferiores a 25 años ni las que tenían edades comprendidas entre los 56 y los 65 años presentaron denuncias previas; y que en el 17,9% en el caso eran españolas y el 16,7% de origen extranjero. «Sólo en dos de los 46 casos existía una medida de alejamiento en vigor», apunta el Observatorio.
VIOLENCIA DOMÉSTICA
Por otra parte, y en lo que tiene que ver con violencia doméstica, el Observatorio apunta que, durante 2020, se registraron 7 casos en los que la víctima fue un hombre y la agresora una mujer. Tres de las víctimas (42,9%) eran de nacionalidad española y 4 (57,1%), de origen extranjero. La media de edad se situó en 46 años.
Del mismo modo, los expertos indican que, cinco de las siete víctimas (71,4%) convivían con su agresora en el momento de la muerte y que en tres de los casos existía o había existido con anterioridad vínculo matrimonial (42,9%).
El arma blanca fue el método utilizado en los siete casos de violencia doméstica íntima de 2020 y el domicilio común o de la víctima, el lugar en el que se produjeron la mayor parte de las muertes (5); los otros dos casos tuvieron lugar en el interior de un vehículo y en un hostal.
En este caso, los expertos indican que el perfil de las agresoras es en su mayoría de origen extranjero (5 frente a 2), con una edad media de 40,1 años, seis años inferior a la de las víctimas y sólo una de las agresoras se suicidó.
En ninguno de los casos de violencia doméstica íntima ocurridos en 2020 se habían registrado denuncias previas de la víctima frente a la agresora, por el contrario, en tres de ellos habían existido denuncias previas de la mujer y futura agresora contra el varón por violencia de género, lo que, a juicio del Observatorio, podría encuadrar esos casos en contextos de violencia defensiva o de respuesta.