Los roscos fritos, también conocidos como roscos de semana santa; forman parte del menú de postres más tradicionales, esos cuyas recetas son transmitidas de generación en generación. Su masa frita, crujiente y cubierta de azúcar con un centro esponjoso y con ligero aroma de anís, los convierte en los compañeros perfectos para una tarde fría junto a un café. Y aunque se les llama de semana santa porque generalmente se preparan en la cuaresma, la verdad es que puedes disfrutarlos cuando quieras con la receta tradicional de la abuela.
5¿Cómo se hacen los roscos fritos iguales a los de la abuela?
Para elaborar estos ricos roscos fritos como los hacía la abuela, debes batir un huevo y agregar 3 cucharadas de azúcar. Mientras continúas batiendo, incorpora 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, 3 cucharadas de anís dulce y agrega 1 sobre de gaseosas blanco y uno azul. Incorpora por completo todos los ingredientes.
Añade 3 cucharadas de leche completa y la ralladura de limón, mezcla bien hasta incorporar todos los ingredientes y agrega 200 gramos de harina, pero por tandas, para que vaya mezclando y no te quede muy seca. Es preferible una masa pegajosa, ya que al freír quedaran esponjosos por dentro.