Los roscos fritos, también conocidos como roscos de semana santa; forman parte del menú de postres más tradicionales, esos cuyas recetas son transmitidas de generación en generación. Su masa frita, crujiente y cubierta de azúcar con un centro esponjoso y con ligero aroma de anís, los convierte en los compañeros perfectos para una tarde fría junto a un café. Y aunque se les llama de semana santa porque generalmente se preparan en la cuaresma, la verdad es que puedes disfrutarlos cuando quieras con la receta tradicional de la abuela.
3Los rocos fritos de la abuela como un alimento completo
Los roscos son un alimento muy nutritivo y aunque brindan un importante aporte calórico, sus ingredientes también ofrecen una gran cantidad de nutrientes, vitaminas y minerales esenciales para el buen desempeño cotidiano.
Estos sencillos y típicos dulces son una excelente opción para el desayuno por su gran aporte de energía y si son acompañados con yogur casero o con un jugo natural son la combinación perfecta para iniciar el día. Además de una buena opción de desayuno, también son magníficos como una merienda a mitad de la tarde, cuando tenemos ese bajón de energía y requerimos un poco de potencia para concluir la jornada de la mejor manera posible.