Los roscos fritos, también conocidos como roscos de semana santa; forman parte del menú de postres más tradicionales, esos cuyas recetas son transmitidas de generación en generación. Su masa frita, crujiente y cubierta de azúcar con un centro esponjoso y con ligero aroma de anís, los convierte en los compañeros perfectos para una tarde fría junto a un café. Y aunque se les llama de semana santa porque generalmente se preparan en la cuaresma, la verdad es que puedes disfrutarlos cuando quieras con la receta tradicional de la abuela.
10Así debes servir este dulce tradicional
Cuando estén bien rebozados en azúcar, colócalos en una bandeja para que terminen de enfriarse a temperatura ambiente y están listos para servir.
Los roscos se disfrutan así, ni muy fríos, ni muy calientes. A temperatura natural se disfrutan a la perfección y se degusta de todo su sabor aromatizado con las especias.
Si te gustan los postres con sabor a tradición, tienes que preparar también los más ricos pestiños y unos deliciosos buñuelos de manzana que están simplemente deliciosos.