Las fibras musculares de tipo I y las fibras de tipo II pueden aumentar su tamaño significativamente en pacientes que tengan la COVID-19 y estén críticamente enfermos, según ha mostrado una investigación que se ha presentado en ‘Euroanaesthesia’, la reunión anual de la Sociedad Europea de Anestesiología y Cuidados Intensivos (ESAIC).
Dicha investigación se ha publicado en la revista europea de anestesiología (European Journal of Anaesthesiology) y, según los investigadores, hasta el momento se creía, que el reposo en cama y la ventilación mecánica podían provocar desgaste muscular, lo que conllevaba dificultar la recuperación y afectar la movilidad y la calidad de vida. Es más, investigaciones anteriores habían demostrado que las fibras musculares se atrofian en casi un 20 por ciento después de una semana en la UCI.
Al respecto, el doctor Mostien y sus compañeros del Hospital Jessa (en Hasselt-Bélgica) y la Universidad de Hasselt tomaron biopsias musculares de pacientes con Covid en estado crítico antes y después de la admisión a cuidados intensivos. Un total de 18 pacientes fueron analizados para el proyecto. Concretamente su vasto lateral, el músculo más grande y poderoso del muslo, biopsiado varias veces desde 1-3 días antes de la admisión en la UCI hasta 5-8 días después de la admisión. Los pacientes tenían una edad media de 69 años y el 82 por ciento eran hombres.
Las fibras musculares de Tipo I crecieron un 5,74 por ciento y las fibras de tipo II se contrajeron un 5,17 por ciento. Sin embargo, las fibras de cuatro pacientes aumentaron un 62 por ciento, en las de tipo I, y un 32 por ciento en las de tipo II.
«Estos pacientes fueron excluidos de los cálculos. Los pacientes restantes mostraron un desgaste muscular significativo, dice el doctor Mostien. Las fibras de tipo I se redujeron en un 11 por ciento y las fibras de tipo 2 en un 17 por ciento. No se sabe por qué las fibras musculares aumentaron de tamaño en cuatro de los pacientes, pero una posibilidad es que su respuesta inmune al Covid dañara sus mitocondrias, las diminutas estructuras que proporcionan energía a las células», han explicado los investigadores.
Esta caída de energía, indican, podría llevar a que se acumule más agua dentro de las células musculares, provocando su hinchazón. Este tipo de hinchazón puede provocar la muerte de las fibras musculares y, por lo tanto, es probable que el aumento en el tamaño de las fibras musculares sea solo temporal.
«Existe la preocupación de que la respuesta inmune a COVID pueda exacerbar el desgaste muscular, lo que significa que los pacientes con Covid críticamente enfermos experimentan un daño muscular más severo que la población general de la UCI. Dada la carga global de COVID-19, es vital que aprendamos más sobre esto y nuestra investigación es un primer paso importante», ha subrayado Mostien.