Un grupo de investigación de la Universitat de València (UV) ha investigado una vacuna fúngica con la que entrenar a las células madre y los progenitores hematopoyéticos, los que producen todas las células de la sangre y del sistema inmunitario a lo largo de la vida, para mejorar la respuesta inmunitaria frente a infecciones.
En este trabajo, publicado en la revista ‘Frontiers in Immunology’, el Instituto Universitario de Biotecnología y Biomedicina (BIOTECMED) y el departamento de Microbiología y Ecología de la UV han utilizado un modelo de vacunación en ratón con una cepa no virulenta del hongo Candida albicans.
Así han demostrado su capacidad protectora frente a futuras infecciones de forma independiente de la inmunidad específica (desarrollo de linfocitos T y linfocitos B productores de anticuerpos específicos del agente patógeno).
«Lo que observamos es que la vacunación entrena a las células madre y los progenitores hematopoyéticos en la médula ósea para luego viajar hasta el bazo, en el que son capaces de producir grandes cantidades de células maduras mejoradas para luchar contra la infección», explica Alberto Yáñez, investigador Ramón y Cajal de la UV y director del proyecto.
En estudios anteriores, el grupo demostró que estas células son capaces de detectar de forma directa al hongo patógeno oportunista C. albicans y responder produciendo una mayor cantidad de células del sistema inmunitario innato, importantes para eliminar al hongo. Además, observaron que la función de estas células estaba mejorada para luchar contra la infección, indica Mª Luisa Gil, catedrática del departamento de Microbiología y coautora del estudio.
Para encontrar el mecanismo de acción de la vacuna sobre este entrenamiento, los investigadores han utilizado una tecnología de vanguardia que consiste en la secuenciación de ARN de células individuales. Así consigue determinar los cambios en la expresión genética que experimentan cada una de estas células madre durante la vacunación y su respuesta frente a una infección con una cepa virulenta del hongo.
Este análisis ha apuntado al factor de crecimiento GM-CSF como responsable de programar las células madre y los progenitores hematopoyéticos para aumentar su capacidad protectora. Se trata de un tipo de sustancia similar a las hormonas que ayuda a la médula ósea a producir nuevas células sanguíneas y que se crea durante la vacunación).
PODRÍA AYUDAR A MEJORAR LAS VACUNAS CONTRA LA COVID
«Los resultados ponen de manifiesto la importancia de las células madre y los progenitores hematopoyéticos en la respuesta inmunitaria protectora frente a las infecciones», subraya Cristina Bono, primera autora del artículo e investigadora predoctoral de la UV. Además, podrían contribuir a diseñar inmunoterapias más eficaces en el futuro, incluyendo la elaboración de vacunas mejoradas, para potenciar la respuesta inmunitaria frente a diversas infecciones, incluida la COVID-19, augura el director.
El trabajo cuenta con la colaboración de Nathan Salomonis y Lee Grimes, investigadores especialistas en hematología y bioinformática del Hospital Cincinnati Children’s Hospital Medical Center, en Cincinnati (Estados Unidos). Está financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación.