La secretaria de Salud Pública, Carmen Cabezas, ha alertado de que el sistema sanitario tiene «mucha carga» asistencial derivada del aumento de contagios de Covid-19, por lo que desde el Govern han puesto en marcha la fase uno de mitigación para, según ella, preservar la actividad asistencial.
En rueda de prensa este lunes, la secretaria ha concretado que en esta fase el seguimiento de contactos se reduce a dos llamadas, la primera y la última de la cuarentena, se utiliza una «versión reducida de la entrevista» para que la llamada sea más corta y se les realiza test de antígenos en lugar de PCR.
Cabezas ha lamentado que la presión asistencial está creciendo un 30% semanal en la atención primaria, que solo el viernes pasado registró más de 20.000 visitas por Covid-19: «No estamos en los niveles de julio pasado pero la tendencia es preocupante. Hay bastante presión en atención primaria».
La directora del Servei Català de la Salut (CatSalut), Gemma Craywinckel, ha reiterado que el sistema está «muy presionado» por lo que la puesta en marcha de esta fase uno de mitigación obedece a la voluntad de dar respuesta a la pandemia al mismo tiempo que el sistema atiende el resto de patologías.
«Es una situación muy compleja», ha subrayado Craywinckel, que ha explicado que se priorizará la realización de pruebas diagnósticas fuera de centros de atención primaria (CAP), en puntos de test masivos cerca de los centros y en espacios anexos a CAP.
El objetivo, según la directora del CatSalut, es tener dos circuitos diferenciados para evitar el contagio dentro de los CAP además de mantener la recuperación de diagnósticos, la presencialidad y la atención a las enfermedades respiratorias, entre otros.