Después de una deliciosa comida, todos en la mesa suelen esperar con ansias el momento de recibir el rico postre que terminará de cerrar con broche de oro la celebración. Por lo general, en la cena de Navidad, las expectativas crecen, y el dulce secreto para dar el gusto al paladar, se convierte en todo un acontecimiento. Te invito a deleitar a todos con un dulce mousse de café. Una propuesta dulce y sencilla que te encantará.
El nombre de mousse, viene del francés, y este hace alarde precisamente de la textura ultraligera y esponjosa de este; que si bien, puede disfrutarse tanto dulce como en elaboraciones saladas, es como postre que definitivamente se luce.
7Prepara el mousse de café con nata
Cuando la nata esté con la consistencia deseada, coloca poco a poco la mezcla de yemas y café que tienes en reserva y mézclalo con movimientos envolventes hasta integrar el café a la nata por completo.
Una vez tengas una mezcla homogénea, vierte por porciones en copas o tazas y llévalo a la nevera. Al momento de servir, ralla chocolate blanco y negro para decorar la superficie.