Después de una deliciosa comida, todos en la mesa suelen esperar con ansias el momento de recibir el rico postre que terminará de cerrar con broche de oro la celebración. Por lo general, en la cena de Navidad, las expectativas crecen, y el dulce secreto para dar el gusto al paladar, se convierte en todo un acontecimiento. Te invito a deleitar a todos con un dulce mousse de café. Una propuesta dulce y sencilla que te encantará.
El nombre de mousse, viene del francés, y este hace alarde precisamente de la textura ultraligera y esponjosa de este; que si bien, puede disfrutarse tanto dulce como en elaboraciones saladas, es como postre que definitivamente se luce.
5Prepara la más divina espuma
Para preparar la base del mousse, debes colocar en un recipiente tres yemas de huevo y con la ayuda de un batidor eléctrico, bátelas hasta que tengan una consistencia de crema.
Una vez hayas conseguido la textura de crema al batir las yemas de huevo, toma una cucharada del café que reservaste y agrégalo a la misma. El café debe estar a temperatura ambiente o frío para que la crema no pierda su consistencia.