Si hay un placer culposo y chocolatoso en el que se puede caer de vez en cuando sin ningún remordimiento, este es el de disfrutar de un divino brownie de chocolate. Este postre rico, de consistencia densa y de intenso sabor, es uno de los preferidos de niños y adultos; hacerlo no es nada complicado; y además, resulta bastante económico. Si por alguna razón no tienes horno en tu casa o prefieres no utilizarlo, déjame decirte que no hay excusas para dejar de hacerlo.
Hacer un brownie es tan sencillo, que no es ni necesario que cuentes con horno en casa. Sí, tal como lo lees, te voy a contar tres formas de hacerlo y sé que te encantarán.
1Un postre y muchas variaciones: así puedes disfrutar de un rico brownie
Son muchos los años que han pasado desde que en 1897, en Estados Unidos de Norteamérica, un repostero cometiera un error con un resultado divino al olvidar añadir polvo de hornear a la mezcla de una tarta de chocolate. De este error nacería uno de los postres más emblemáticos de ese país; y es que, difícilmente, alguien pueda resistirse a este.
Si bien, su nombre evoca precisamente a su color “marroncito”, lo cierto es que existen diferentes variaciones para su disfrute. Puedes comer un rico “brownie” de chocolate blanco y hasta unos deliciosos de limón; de igual forma, es posible sustituir alguno de sus ingredientes a tu gusto. Como por ejemplo, el plátano para un resultado más saludable, o la harina de almendras para una delicia extremadamente delicada y húmeda; mientras que, si de la forma de cocción se trata, el horno definitivamente, no es lo único que puedes utilizar.