El yoga tiene muchos beneficios para la salud que, desde su auge hace unos años, están más que demostrados y es uno de los motivos por los que cada vez esta práctica deportiva cuenta con más adeptos; desde fortalecer los músculos hasta mejorar el sueño y reducir el estrés, pero, y aunque no sea uno de los motivos principales por los que muchos se pasan al ‘mundo yogui’, también puede ayudar con la pérdida de peso.
«Hay algunas formas diferentes en que el yoga puede ayudar con la pérdida de peso, y no se trata solo de las calorías que se queman en la esterilla. El yoga, si se hace bien, se convierte en un cambio de estilo de vida, lo que a su vez, puede ayudar a aumentar la actividad física, disminuir la fluctuación emocional, controlar el estrés y mantener el peso» nos explica Cayetana Rodenas, profesora de yoga.
Y es que no son pocos los factores que expican por qué la práctica de yoga está relacionada con la pérdida de peso y su mantenimiento, ya que entre sus múltiples beneficios encontramos:
– Un gasto de energía durante las sesiones mayor de lo que pueda parecer ‘desde fuera’.
– Fomenta la práctica de ejercicio al reducir el dolor de espalda y articulaciones.
– Aumenta la atención plena.
– Mejora el estado de ánimo y reduce el estrés.
– Ayuda a sentirse más conectados con nuestro cuerpo y los hábitos alimenticios.
– Nos ayuda a encontrarnos más activos y con más energía.
Por eso, si entre tus objetivos para este final de 2021 está el de perder peso pero no eres amig@ de los deportes de alto impacto o de salir a correr de buena mañana, el yoga puede ayudarte a perder peso de las siguientes formas:
– El yoga puede ayudar con la alimentación consciente. Cuando se mantiene una postura durante un período prolongado de tiempo, se está conectando con cómo se siente uno mismo con su cuerpo. Controlar la respiración y prestar atención a lo que la mente y el cuerpo te están diciendo es una forma de aprender y practicar la atención plena. Practicar la atención plena en la esterilla de yoga también puede ayudar cuando se trata de integrar hábitos alimenticios conscientes. Comer conscientemente significa reconocer las señales de hambre y limitar los atracones excesivos generados a causa de desarreglos emocionales como la ansiedad, estrés, depresión, etc. Con el tiempo (y con la práctica) es posible que incluso te concentres en qué alimentos te hacen sentir lleno de energía, y cuáles tienen más efectos negativos. Son todos estos comportamientos los que pueden ayudar a seguir una dieta o un plan de alimentación para bajar de peso, o tomar decisiones para modificar nuestra dieta y añadir alimentos más saludables en general.
– El yoga puede ayudarte a controlar el estrés: Hay muchas formas en que el estrés puede contribuir al aumento de peso y, en particular, el estrés crónico no controlado. El yoga puede ayudar a reducir estos niveles. La respiración y la meditación son las piedras angulares de la práctica del yoga y ambas contribuyen a aumentar la energía, mejorar el estado de ánimo y controlar los cambios de humor. La respiración profunda ayuda a calmar nuestro sistema nervioso y revertir algunos de estos efectos negativos que pueden dificultar la pérdida de peso (o contribuir al aumento de peso).
– El yoga ayudar a desarrollar músculo: Desarrollar masa muscular es otra forma en que el yoga ayuda a perder y mantener el peso. Cuando pensamos en fortalecer los músculos, pensamos que tenemos que ir a la sala de pesas y levantar pesas. En yoga, usamos nuestro propio peso corporal como una forma de resistencia. Todo tu cuerpo está trabajando para mantenerte en equilibrio para que todo se ejercite y esto ayuda a reducir la proporción cintura-cadera en adultos sanos, así como el índice de masa corporal (IMC) en personas con sobrepeso u obesidad. También, las clases de yoga restaurativo, incluso más lentas, mejoran los niveles de glucosa en ayunas, que supone una mejora general en nuestra salud metabólica.