Esta es una tradición magnífica, la cual se lleva haciendo desde hace muchos años, por algo se ha convertido en tradición, y es que no hay nada más agradecido por parte de una empresa qué regalarle a sus trabajadores una buena cesta de navidad para celebrar estas fechas tan señaladas con sus familias. Este es un detalle que marca la diferencia, sobre todo si el contenido de la cesta es de calidad, y contiene todos los elementos necesarios que la componen.
Por esa razón si tienes una empresa y varios trabajadores a tu cargo, no dudes en comprar cestas de navidad para ellos, ya que notarás que estarás más agradecidos y trabajarán más felices, cosas que ayudará en el rendimiento de la empresa y en el crecimiento de la misma.
Porque regalar una cesta de Navidad a tus empleados
Los empleados necesitan sentirse parte de la organización. Las reuniones semanales, la delegación de tareas y los aumentos salariales son factores que refuerzan estas relaciones, al igual que los eventos extracurriculares, como los regalos de Navidad. Son regalos que fortalecen la relación con los empleados, los acercan, refuerzan los vínculos y les demuestran el cariño que les tenemos.
Además de que seguro que se sentirán más motivados para trabajar con más ganas es la empresa, ya que todos trabajamos mejor en buenas condiciones y cuando nuestro ánimo está elevado, por lo que te sale a cuentas hacer este mínimo esfuerzo por tus trabajadores que están todo el año trabajando por ti y por tu empresa.
Origen de las Cestas de Navidad
El origen de la cesta de Navidad se remonta al Imperio Romano. Los romanos fueron los primeros en distribuir pequeños regalos en Navidad. La costumbre se conocía como sportula y consistía en que el empresario entregaba cestas de comida a los trabajadores. Esta comida era para el disfrute personal y se servía durante la «salutatio matutina», cuando los subordinados iban a la casa del patrón y recibían la cesta.
La sportula era muy similar a lo que hoy conocemos como cesta. Estaba hecha de mimbre y contenía comida. El significado es diferente al de hoy. La sportula se entregaba en diciembre con motivo de la fiesta pagana Saturnalia y estaba destinada a ser una ofrenda al dios Saturno. Más tarde, las cestas fueron sustituidas por pequeñas cantidades de dinero.
Actualmente se entregan en cestas de mimbre o en cajas de madera para lotes de navidad.
Qué llevan los lotes de navidad
Esta es una pregunta que se hace mucha gente, ya que realmente no hay una regla específica para esto, puesto que cada persona añade a la cesta lo que le da la gana. Hay que tener en cuenta que cada persona tiene unos gustos concretos, pero sí que es verdad que hay algunos productos que no pueden faltar en un lote de Navidad, como por ejemplo los siguientes:
- Bebidas: Los brindis están más que garantizados en estos días festivos, por lo que una buena selección de bebidas es más que necesaria para satisfacer a todos los invitados. No olvides incluir una buena botella de vino, cava o champán.
- Turrones y chocolates: Pueden ser chocolates, polvorones, turrones, galletas y trufas. Hay miles de opciones para disfrutar en prácticamente cualquier momento del día y deben encontrar su lugar en cada una de las cestas que se nos pide preparar.
- Embutidos y quesos: La rica variedad de embutidos y quesos que ofrece nuestro país también debería convertirse en un producto indispensable en este tipo de regalos. Jamón ibérico, sobrasada, etc.
- Aceite de oliva: Sin duda, este producto es la estrella de cualquier cesta de Navidad y, por tanto, debería estar siempre presente.
- Surtido de conservas: Ya hemos hablado de la importancia de eliminar de nuestras cestas de Navidad los productos frescos que pueden perder calidad y sabor con el tiempo.
- Frutos secos: Después de una gran comida, siempre es el momento de tomar algo. Y tenemos que admitir que incluso a la persona menos detallista le gusta utilizar estas pequeñas delicias como acompañamiento.
Dale un toque personal a tu cesta de Navidad
Si quieres añadir un toque personal a la cesta de Navidad, hay varias opciones. En primer lugar, añade tus productos favoritos para que el destinatario vea que has pensado mucho en ello. Para personalizar los productos, puedes añadir etiquetas compradas en la tienda o en línea con el nombre de tu empleado o un mensaje personalizado. También hay sitios web que imprimen un nombre o mensaje personal directamente en el producto. Por ejemplo, hay varios proveedores en los que se puede comprar una simple taza y hacer que se imprima en ella una foto o unas palabras. Internet ofrece muchas posibilidades. Da rienda suelta a tu imaginación.