Los calamares son los moluscos más consumidos en España y no es de extrañar que así sea, pues gracias a su sabor y versatilidad, se encuentra presente en gran variedad de platos. Si hay algo que son es sabrosos; sin embargo, se debe reconocer que conseguir el punto de cocción ideal en el que queden tiernos, pero no chiclosos, puede convertirse en algo bastante complicado de alcanzar.
Con una carne de consistencia suave cuando se encuentra cruda, el calamar puede pasar fácilmente a percibirse como una especie de goma o excesivamente blando. Es por eso que hoy te voy a contar dos trucos que te permitirán disfrutarlos tiernos y con una consistencia perfecta.
9Bien secos: la importancia de eliminar el exceso de agua de los calamares
Los calamares tienden a absorber importantes cantidades de agua, y esto puede repercutir de manera negativa en la consistencia final de su carne.
Antes de proceder a su cocción, es necesario que los seques perfectamente bien. Para lograrlo, una vez que los hayas limpiado, lávalos y envuélvelos en papel absorbente. Déjalos en la nevera por aproximadamente 15 minutos y revisa que tan secos se encuentran. Toma un papel absorbente y presiónalos con suavidad para terminar de retirar el exceso de líquido.