Los calamares son los moluscos más consumidos en España y no es de extrañar que así sea, pues gracias a su sabor y versatilidad, se encuentra presente en gran variedad de platos. Si hay algo que son es sabrosos; sin embargo, se debe reconocer que conseguir el punto de cocción ideal en el que queden tiernos, pero no chiclosos, puede convertirse en algo bastante complicado de alcanzar.
Con una carne de consistencia suave cuando se encuentra cruda, el calamar puede pasar fácilmente a percibirse como una especie de goma o excesivamente blando. Es por eso que hoy te voy a contar dos trucos que te permitirán disfrutarlos tiernos y con una consistencia perfecta.
3El calamar: un cefalópodo del que se aprovecha todo
El calamar es considerado como el cerdo del mar, pues de este pequeño animal se aprovecha absolutamente todo. Lo único que no se consume de este cefalópodo es la cabeza; de resto, todo en él es comestible.
De hecho, esto es tan cierto, que su tinta, la cual utiliza para mantenerse a salvo de sus depredadores naturales, es usada en la cocina para preparar diferentes salsas y recetas, como el tradicional arroz negro con alioli, los espaguetis negros con pulpo o los infaltables calamares en su tinta.