Amref Salud África ha lanzado una campaña global para «acabar con la injusticia» de la vacuna contra la COVID-19, bajo el título de ‘#VacunaSolidaria’.
Frente a las restricciones de viajes impuestas al sur de África, la ONG apela al «fin del acaparamiento de vacunas, la liberación de patentes, la promoción del conocimiento compartido y la aceleración en la distribución de vacunas en África».
África está muy por detrás del resto del mundo en pruebas, vacunación y tratamientos COVID-19. Casi dos años después de la pandemia y más de 10 meses desde que se administraron las primeras dosis de la vacuna en los países de altos ingresos, los países africanos todavía no tienen acceso a las vacunas para una población de aproximadamente 1.400 millones (17% de la población mundial).
Mientras tanto, denuncian que «los países de altos ingresos acumulan dosis críticas de vacunas y comienzan a administrar dosis de refuerzo a los ciudadanos que ya están vacunados».
«El acaparamiento de vacunas debe parar… Para que todas las personas puedan tener acceso de forma equitativa y protejamos al mundo. Dejemos de suministrar dosis de refuerzo, ¿podéis creer que el total de dosis de refuerzo administradas equivalen al total de dosis puestas en África?», ha reclamado el director Ejecutivo de Amref Salud África, Githinji Gitahi.
Según los CDC de África, menos del 7 por ciento de los africanos han sido completamente vacunados, en comparación con más del 70 por ciento de la población de la Unión Europea. Además, se proyecta que para fines de 2021, los países de altos ingresos habrán acumulado alrededor de 1.200 millones de dosis de vacunas excedentes, a pesar del llamamiento de organismos internacionales para facilitar el acceso equitativo a las vacunas y a la distribución de recursos para poner fin a la etapa aguda de la pandemia.
«En octubre de 2021, se proyectaba que solo 5 de los 54 países africanos alcanzarían el objetivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de vacunar completamente al 40 por ciento de su población para fin de año. Esto significa que es probable que África sea el último reducto de la pandemia de COVID-19 si no se toman medidas urgentes para abordar la persistente inequidad en las vacunas que nos ha puesto en una posición tan vulnerable», ha insistido el doctor Gitahi.
En este sentido, advierten de que de seguir con el ritmo de vacunación actual, se tardará tres años en lograr la inmunidad de grupo en el continente africano.
«Un tiempo en el que el surgimiento de nuevas variantes amenaza los avances realizados hasta la fecha. No sólo en África, sino en todo del mundo. La acción internacional debe centrarse en frenar el acaparamiento de vacunas por parte de los países de altos ingresos, compartir las patentes de las vacunas y priorizar la vacunación en África frente a las dosis de refuerzo. Abogamos por afrontar globalmente un problema que es global. De lo contrario, la pandemia se quedará con nosotros durante muchas más navidades», concluyen.