Sopa de huevo: el caldo ideal para tomar cuando hace mucho frío

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Con los vientos fríos que comienzan a soplar en otoño, ya los menús de gazpachos y sopas frías comienzan a ocupar su lugar en el cajón de la cocina y las recetas de sopas calientitas, gustosas y especiadas comienzan a ponerse sobre la mesa junto a los más divinos cocidos. La sopa de huevo es una de esas recetas que comienzan a prepararse con frecuencia cuando el frío aprieta y es capaz de calentar hasta el alma en los días de mucho frío.

Si hay algo que es emblemático de la sopa de huevo, es su sencillez y con esta receta que hoy te traigo, será tu favorita para los próximos días.

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Cómo cocinar la sopa de huevo

Vierte el resto del caldo en una olla y espolvorea la sal (ten en consideración el sabor del caldo, si ya está salado, evita entonces añadir más sal). 

Añade también en la olla la cebolla cortada en rodajas, la pimienta negra y el jengibre molido. Este último ingrediente terminará de darle poder a la sopa de huevo para hacerte entrar en calor. Remueve todos los ingredientes y sube el fuego para que entre rápido en ebullición.