Con los vientos fríos que comienzan a soplar en otoño, ya los menús de gazpachos y sopas frías comienzan a ocupar su lugar en el cajón de la cocina y las recetas de sopas calientitas, gustosas y especiadas comienzan a ponerse sobre la mesa junto a los más divinos cocidos. La sopa de huevo es una de esas recetas que comienzan a prepararse con frecuencia cuando el frío aprieta y es capaz de calentar hasta el alma en los días de mucho frío.
Si hay algo que es emblemático de la sopa de huevo, es su sencillez y con esta receta que hoy te traigo, será tu favorita para los próximos días.
6La importancia de la maicena en esta sencilla sopa
Tal como imaginas, la maicena cumple la función de dar un poco de espesor a la sopa de huevo; no obstante, debes cuidar que no se te vaya la mano; pues puedes pasar fácilmente de una sopa sabrosa a una natilla mal cuajada.
Toma ¾ de la cantidad de caldo señalada en los ingredientes y disuelve en este la maicena. Una vez que la tengas diluida, resérvala. Recuerda no excederte con la cantidad de esta harina de maíz.