Relatores de Naciones Unidas han indicado este lunes que la variante ómicron del SARS-CoV-2 y otras subrayan «la urgencia» de actuar ante el desigual reparto de vacunas contra la COVID-19 en el mundo, al tiempo que han pedido a los Estados priorizar la «salud» y la «igualdad» sobre las «ganancias» y el «acaparamiento».
Los expertos de la ONU han puesto el foco en los países de ingresos bajos, «que han sido dejados de lado en la respuesta global» a la pandemia. «Los Estados tienen la responsabilidad colectiva de usar todos los medios disponibles para facilitar un acceso más rápido e igualitario a las vacunas», han incidido.
Aquí han incluido la introducción de una exención temporal de los derechos de propiedad intelectual relevantes en relación con el Acuerdo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (Acuerdos sobre los ADPIC) para garantizar que la protección de las patentes de vacunas no sea un obstáculo para el disfrute efectivo del derecho a la salud.
«Los Estados también tienen la responsabilidad individual de garantizar la distribución equitativa de vacunas dentro de sus países y entre países, evitando el acaparamiento y mejorando la distribución», ha dicho el presidente del grupo de trabajo sobre empresas y Derechos Humanos, Surya Deva. Además, «las empresas tienen la responsabilidad independiente de asegurar que sus acciones no tengan un impacto adverso en los Derechos Humanos», ha agregado.
Por otra parte, los relatores han señalado que el aplazamiento de la 12ª Conferencia Ministerial de la OMC no debe ser una razón para retardar el progreso alcanzado. Al contrario, «confirma la necesidad urgente de una acción colectiva para enfrentar la desigualdad en las vacunas», han aseverado los expertos. La Conferencia Ministerial, que debía comenzar el martes, ha sido postergada indefinidamente después de que varios gobiernos hayan impuesto restricciones de viaje por la variante ómicron.
De casi 8.000 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19 administradas globalmente hasta la fecha, solamente 5,5 por ciento han sido destinadas a países de ingresos bajos, de acuerdo a Our World in Data.
El 14 de octubre, los expertos enviaron 44 cartas a la OMC, a los Estados del G7 y G20, a la Unión Europea y a compañías farmacéuticas instando a un acceso igualitario y universal a las vacunas. Hasta la fecha, solo se han recibido seis respuestas.
«Cualquier otro enfoque que ignore los Derechos Humanos será contraproducente en nuestro mundo interconectado e incrementará los efectos negativos y los riesgos, incluyendo el surgimiento de nuevas variantes, como ómicron, que podrían hacer que las vacunas existentes sean menos efectivas», han insistido los expertos, antes de zanjar que «nadie está a salvo hasta que todas y todos estemos a salvo».