El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha asegurado que el aumento de las cotizaciones sociales previsto para llenar la hucha de las pensiones no va a frenar la creación de empleo en España. Además, ha defendido una reforma del mercado laboral en la que haya un «equilibrio entre flexibilidad y seguridad en el trabajo».
Escrivá ha realizado estas manifestaciones en San Sebastián, donde ha participado en el Foro Empresarial de Gipuzkoa organizado por el Diario Vasco, y se ha referido a cuestiones como la de la reforma de pensiones o la del mercado laboral.
En su intervención, ha manifestado que, de cara al futuro, es preciso impulsar políticas que «eliminen incertidumbre» y permitan «marcos estables» de tomas de decisiones y, en este sentido, ha aludido a la importancia del desarrollo de un marco laboral y un marco de pensiones estables.
A su juicio, avanzar en esas reformas, además de generar «certidumbre», garantizará la cohesión social y aumentará el capital humano, lo que facilitará, en definitiva, «un crecimiento más sostenible e inclusivo».
REFORMA DE PENSIONES
José Luis Escrivá se ha referido a la reforma de pensiones, que, según ha destacado, incluye un «amplio conjunto de medidas» que conforman un nuevo «marco integral».
Según ha subrayado, se persigue «dar certidumbre» a través de la garantía del poder adquisitivo de las pensiones «indefinidamente» y eliminando los gastos «impropios» que «sobrecargaban» la Seguridad Social. En este sentido, ha apuntado que, en definitiva, se busca «reforzar la sostenibilidad» del sistema.
Escrivá ha manifestado que esta reforma se basa «en un amplio consenso» a través del diálogo social y el debate parlamentario, con el objetivo de generar «políticas estables» en el medio y largo plazo.
El representante del Gobierno central ha indicado que el mecanismo de equidad intergeneracional (MEI) pactado con los sindicatos viene a sustituir al factor de sostenibilidad, que tenía un «diseño ineficiente» y constituye una «medida de cierre que opera como un colchón de seguridad adicional para el sistema».
El ministro de Seguridad Social ha defendido que el aumento de las cotizaciones sociales previsto no va a frenar la creación del empleo. José Luis Escrivá ha recordado que el peso de las cotizaciones sociales en el PIB es más reducido que en otros países europeos y el MEI «no modifica esa situación».
Según ha precisado, con la subida de 0,6 puntos de cotización el peso de las cotizaciones en el PIB aumentará 0,2 puntos, de 13,7 a 13,9. Junto a ello, ha indicado que los costes laborales de las empresas españolas son «moderados» en comparación con la media europea y «apenas aumentan con el MEI».
Asimismo, ha indicado que la reforma busca el desarrollo del segundo pilar de la previsión social, que está «escasamente desarrollado» salvo en Euskadi. En este sentido, cree que la reforma de los planes de pensiones colectivos, inspirada en las EPSV, favorecerá laexpansión de la previsión social en Euskadi.
En relación al mercado de trabajo, ha señalado que la reforma del mercado laboral debe consolidar los mecanismos de flexibilidad ensayados durante la crisis, «con un equilibrio entre flexibilidad y seguridad en el trabajo», además de promover medidas para reducir el desempleo».
En la reforma laboral es preciso moverse hacia un nuevo modelo basado en la flexibilidad interna que dan los ERTEs, «modelo ensayado con éxito» durante la crisis, que sustituya a un «exceso de recurso en contratos temporales, que genera precariedad y dificulta el desarrollo de capital humano».
Escrivá ha defendido que la flexibilidad que hasta ahora se basaba en temporalidad, debe basarse en «mecanismos internos de flexibilidad como los ERTEs», aprendiendo de la experiencia de la crisis.
ERTES
El ministro, que ha defendido nuevas políticas públicas para un mercado de trabajo «dinámico, resiliente e inclusivo», ha destacado, en su discurso, las medidas puestas en marcha desde la Seguridad Social para «proteger empleo y tejido productivo durante la pandemia», como los ERTEs, las prestaciones de autónomos o las medidas de liquidez.
Todo ello, según ha indicado, ha sido «muy efectivo» y ha contribuido a la «rápida recuperación del empleo», y ha precisado que los datos de morosidad a la Seguridad Social son un «buen indicador» de cómo los mecanismos de protección de rentas y tejido productivo han sido «eficaces».
En relación a los ERTEs, ha señalado que, de cara al futuro, deben seguir teniendo un «papel clave para dotar de flexibilidad almercado laboral».
Escrivá ha destacado que la crisis ha demostrado que la protección de los ERTE ha sido «fundamental» para evitar una caída del empleo que «hubiera alcanzado al 20% de los trabajadores en Euskadi» y ha resaltado que la afiliación «supera ya el nivel prepandemia» en Euskadi y en Gipuzkoa.
De este modo, ha resaltado que la recuperación del empleo está siendo «mucho más rápida que en la crisis anterior», superando en noviembre los niveles prepandemia y, veinte meses después del inicio de la pandemia de la covid, Euskadi «supera ya la afiliación de febrero de 2020». Entre el grupo de sectores en Euskadi que tiene ya niveles de empleo por encima de los de prepandemia, están los relacionados con I+D, informática e información, o química y farmacéutica.
A finales de noviembre, tan solo un 0,7% de los trabajadores en Euskadi (5.600 personas y 2.200 en suspensión parcial) y un 0,6% enGipuzkoa permanecían en ERTE, lo que supone 1.489 expedientes. El 30% de los ERTE actuales en el País Vasco son sectoriales y el 20% de impedimento o limitación.
Escrivá también ha resaltado que el empleo autónomo en Euskadi «prácticamente se ha mantenido estable durante esta crisis, frente a una caída muy pronunciada en la crisis financiera». Más de 70.000 autónomos fueron protegidos durante la primavera de 2020 en Euskadi, una cifra que se ha reducido con la normalización de la situación económica y, con la mejora de la ocupación, en lo que va de 2021 se ha reducido el número de solicitudes de prestaciones extraordinarias a autónomos a 2.056 a noviembre.
Por otro lado, ha resaltado también la importancia «clave» de la formación profesional y ha defendido que en la formación constituye también «una pieza clave la política de inclusión, que avanza hacia potenciar y evaluar proyectos pilotos de itinerarios de inclusión, mediante «proyectos piloto, a partir de los beneficiarios del IMV, y con nuevas técnicas de experimentación social y evaluación para alcanzar su eficacia y escalabilidad». La primera fase supone el desarrollo de 16 proyectos piloto, uno de ellos en Euskadi.