Así como el cuerpo te puede pedir cosas dulces, también hay momentos donde se te apetece comer cosas saladas. Es algo normal, pero desde luego, con la ingesta de la sal se te viene la sed luego de haber probado el alimento que querías. Existen muchas teorías sobre la sal, y el hecho de que promueve las ganas de tomar líquidos. Algunos afirman que, en lugar de acelerar la sed, conduce más bien a que tengas más hambre. Sin embargo, hay una realidad en todo esto, y es que mientas más sal tomes más ganas beber agua te surgen. Y, como ya sabes, es un riesgo para tu salud que la alimentación sea alta en este ingrediente.
9La respuesta estaría en el cerebro
Según los estudios, el cerebro es quien anticipa la sed. De hecho, la gran incertidumbre de muchos ante la sed que se genera después de comer cosas saladas pudiera aclararse con los procesos que ocurren internamente en la masa de tejido nervioso, como señal ante un alimento. Cabe destacar que, cuando pusieron a los ratones en los laboratorios, evaluaron que había actividad neuronal en los animales. En específico, una célula que regula la sed se activaba mientras comían y al mismo tiempo bebían líquidos.