Así como el cuerpo te puede pedir cosas dulces, también hay momentos donde se te apetece comer cosas saladas. Es algo normal, pero desde luego, con la ingesta de la sal se te viene la sed luego de haber probado el alimento que querías. Existen muchas teorías sobre la sal, y el hecho de que promueve las ganas de tomar líquidos. Algunos afirman que, en lugar de acelerar la sed, conduce más bien a que tengas más hambre. Sin embargo, hay una realidad en todo esto, y es que mientas más sal tomes más ganas beber agua te surgen. Y, como ya sabes, es un riesgo para tu salud que la alimentación sea alta en este ingrediente.
8Las neuronas emiten su respuesta
El cuerpo humano es una máquina perfecta. Por eso, los investigadores han puesto en evidencia el hecho de que sientes deseos de tomar bastante líquido luego de comer salado, porque determinadas neuronas que yacen en el cerebro crean esa sed y se genera justamente cuando la sangre se vuelve salada. Por un lado, se produce por esas comidas que están altas en dicho ingrediente. Y, por el otro, es posible mitigar esta sal con la misma ingesta de líquidos de la cotidianidad. Aunque todavía los especialistas tienen sus reservas a la hora de determinar en sí la relación de la sed con el sodio, a pesar de que pareciera que todo es muy obvio.
