Así como el cuerpo te puede pedir cosas dulces, también hay momentos donde se te apetece comer cosas saladas. Es algo normal, pero desde luego, con la ingesta de la sal se te viene la sed luego de haber probado el alimento que querías. Existen muchas teorías sobre la sal, y el hecho de que promueve las ganas de tomar líquidos. Algunos afirman que, en lugar de acelerar la sed, conduce más bien a que tengas más hambre. Sin embargo, hay una realidad en todo esto, y es que mientas más sal tomes más ganas beber agua te surgen. Y, como ya sabes, es un riesgo para tu salud que la alimentación sea alta en este ingrediente.
6Tu organismo te pedirá agua
Las comidas saladas hacen que concentres demasiada sal en tu sangre. Como medida de respuesta, tu cuerpo te pedirá líquidos para reducir de alguna manera esos niveles de sodio que están entrando en tu organismo, los cuales son causas directas de enfermedades mortales. Así que, podríamos ver esa reacción de querer agua como una alerta propia del cuerpo. El agua, desde luego, cumplirá una función determinante para hidratarte y hacer que el contenido de sal en tu sangre no te cause mayores problemas.