El menú gastronómico italiano está lleno de recetas envueltas en una gran tradición y por lo general estas están inmersas en el máximo respeto a sus ingredientes sabores y formas de preparación. En el caso de los platos salados son muchos los platos que se adhieren a sus normas; entre ellos el risotto a la carbonara luce como uno de los más emblemáticos, mientras que la panna cotta es la representación máxima de sus postres.
Si quieres hacer una panna cotta con máximo sabor a tradición, quédate a conocer todos los detalles para lograrlo.
2Un postre sencillo que puedes disfrutar como quieras
De haber sido preparado en sus inicios con el colágeno extraído de los huesos del pescado, la panna cotta ha evolucionado desde el siglo XIX hasta convertirse en lo que es hoy por hoy; una dulce tentación delicada que solo requiere de azúcar, nata y gelatina.
Su sabor suave y textura cremosa le otorgan a este postre tradicional italiano las características perfectas para disfrutarle de diversas maneras. Por lo general se le disfruta acompañado de una compota de frutas, que, si son aciditas mucho mejor. Aunque vale la pena aclararlo, con unos dulces albaricoques es posible también disfrutarla, tal como lo ha hecho el carismático Karlos Arguiñano.