La separación entre una y otra estancia de la casa también juega un importante papel en la tendencia estética del hogar
Las puertas de interior tienen un protagonismo más relevante del que se pudiera creer en la decoración de una vivienda. Tienen que ajustarse en tono, color y estilo para poder crear una armonía estética, de lo contrario se convertirían en un elemento disonante que echaría por tierra todos los esfuerzos para crear un buen ambiente.
Además del mobiliario, los objetos de decoración, el color de la pintura, etc., también hay que prestar atención al tipo de puertas que se van a colocar. En este sentido, se pueden recabar ideas para puertas correderas donde haya poco espacio, o tener en cuenta qué puertas se van a utilizar en los armarios empotrados que haya en la vivienda.
En definitiva, el estilo de las puertas influirá en toda la decoración del hogar y en la imagen que se trasladará tanto a quienes allí viven, como a quienes acuden de visita. La buena noticia es que no es necesario invertir una gran cantidad de presupuesto en ello, hoy en día hay una gran variedad de puertas y calidades a precios muy competitivos.
Tipos de puertas y su importancia
Como ya se ha dicho, las puertas de interior juegan un papel esencial en el conjunto total de la decoración de la casa. Partiendo de esta premisa no solo hay que elegir un modelo que encaje con el estilo y color que se quiera aplicar al inmueble, también hay que tener en cuentas los diferentes tipos de puertas según el diseño, la composición o la apertura.
Acabados exteriores
Cuando se trata de definir el diseño de una puerta, el acabado exterior es lo que le da un estilo u otro, así las hay con diseños lisos, con vidrieras, con dibujo fresado en la madera, ciegas, con moldura, etc. Hay una gran variedad para elegir pues además existen puertas de madera, sintéticas, pintadas, lacadas y también de cristal.
Ante tanta variedad se hace fácil escoger el diseño perfecto que se está buscando, ya se trata de una puerta corredera para un armario empotrado, una de separación o la de entrada a la vivienda. Según el lugar que ocupan y su utilidad se escogerá un modelo u otro, pero siempre dentro de una misma línea estética.
Composición y materiales
Dejando a un lado su apariencia externa, el segundo factor a tener en cuenta es su composición, puesto que esto es lo que le dará ligereza o robustez a este elemento del hogar. En este aspecto, en una tienda de puertas pueden facilitar una estupenda guía sobre los diferentes tipos de materiales y la estructura interna de cada una de ellas, como por ejemplo si llevan o no aislamiento térmico y acústico y el grosor de la chapa de madera con la que cuenta cada modelo.
En este apartado hay que distinguir entre puertas huecas, fabricadas en general con un panel de nido de abeja que las hace muy ligeras, y las puertas macizas, compuestas de aglomerado. Las segundas son más robustas, pero también más pesadas que las primeras.
Tipos de aperturas
Atendiendo a cómo se abren hay varios tipos distintos de puertas que se escogerán en función del uso que se le quiera dar y del espacio disponible. Las hay abatibles, correderas, empotradas, sobrepuestas y plegables.
Modelos abatibles
Es el tipo más común que se encuentra en la mayoría de hogares, oficinas, establecimientos y cualquier inmueble. Pueden ser de una hoja o de doble hoja y estar hechas de distintos materiales, aunque las más comunes son las de madera y las lacadas en color blanco. Por supuesto se pueden combinar con puertas de cristal o mitad madera y mitad cristal.
Diseños correderos
Si lo que se pretende es ganar unos centímetros al abrir las puertas, las correderas son la elección ideal. Pueden ser correderas empotradas integrándose perfectamente en la pared, sobrepuestas, quedando suspendidas de una guía fijada a la parte superior de la pared; o plegables para optimizar el espacio y abaratar costes.
También es importante hablar de los acabados, puesto que hay muchos tipos. En primer lugar, están los acabados en pintura, que pueden ser en esmalte, lacadas o en pintura a la tiza. En segundo lugar, puede ser un acabado en barniz que aporta calidad y durabilidad. También existen los acabados en crudo, en melamina o en PVC, estos dos últimos más económicos. Si se prefiere el cristal, este a su vez puede ser en vidrio templado o laminado según las características de resistencia y aspecto del mismo.
Por último, hay que hablar de la puerta de entrada. Un elemento que no solo da la bienvenida al hogar, sino que también tiene mucho que ver con la seguridad. Las hay acorazadas, blindadas, macizas, y metálicas, que a su vez pueden estar hechas de acero, hierro, aluminio o diferentes tipos de aleaciones.