La monja María Suyapa Cacho Álvarez, representante de la Pastoral Afro en Latinoamérica, y considerada como la voz de los negros en esta región, denuncia que la Iglesia «excluye» y «margina» a esta comunidad, si bien ha dejado claro que para «diluir ese atropello y esa discriminación» tiene que haber más inculturación.
«Vemos que en los lugares donde hay más poblaciones negras no hay representación de obispos afrodescendientes. Para diluir ese atropello y la discriminación que hay en la Iglesia tiene haber más inculturación, sobre todo, en cuanto a las lenguas, expresiones religiosas propias, símbolos, ritos, historias sagradas, cosmovisión, identidad, tradiciones y modos de llegar a Dios», ha señalado en una entrevista.
También advierte desde México, donde participa en la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, de la actitud de la Iglesia: «Para los pueblos afrolatinoamericanos, la Iglesia católica, más que una madre, es una ‘madrastra’ que busca imponer desde afuera y no respeta su cultura».
Además de remarcar la necesidad de llevar a cabo un «anuncio inculturado del Evangelio en la cultura afro», ha pedido «más líneas de acción para que sean designados obispos, sacerdotes y religiosos que provengan de las comunidades negras».
La religiosa ha denunciado así las actitudes eclesiales de exclusión hacia las poblaciones negras, descendientes de esclavos caribeños, en esta región del mundo, y ha señalado que muchos se sienten como «hijastros de segunda clase». «Muchos se alejan de la Iglesia porque no hay una relación inculturada que tome en cuenta sus raíces y su historia», ha manifestado.
A su juicio, tras estas actitudes hay «un racismo declarado». «Algunos piensan que es un racismo sutil, pero yo creo que es un racismo declarado», ha sentenciado. Algo que, según ha explicado, se resolvería si se le diese la «oportunidad al pueblo negro» para que sean «elegidos obispos» porque «hay muchos negros preparados que pueden llegar a ser obispo».
Junto con la constatación de que «hay mucha indiferencia por parte de sacerdotes y de muchos obispos» hacia la población negra, ha agregado también que eso es un reflejo de que «cómo la sociedad también excluye y margina» a estas personas. «Es un dolor que carga nuestra gente y es preciso sanar», ha dicho.
Para la religiosa, Hija de la caridad de San Vicente de Paúl, que trabaja desde hace más de cinco años con las pastoral afro garífuna en Centro y Norte América, con sede en Honduras, esta discriminación se hace todavía más patente en las mujeres negras. «Hay más invisibilidad. En general, hay pocas mujeres que son tomadas en cuenta en la Iglesia, pero las negras menos todavía», ha advertido.
Y ha puesto un ejemplo: «Cuando llegan oportunidades de proyectos se privilegia siempre a los hombres negros, así que las mujeres negras estamos doblemente invisibilizadas». María Suyapa Cacho Álvarez es además la representante de la Pastoral afro latinoamericana en el actual Sínodo de los Obispos sobre la sinodalidad, inaugurado en Roma por el Papa Francisco el pasado 10 de octubre. Para la religiosa, es necesario que los misioneros que llegan para evangelizar lo hagan «desde Cristo» ya que «Cristo sí danza» con ellos en sus ritos, con su cultura.