Los ojos de todos están puestos en el Atlético de Madrid que entrena Diego Simeone una vez más; esto debido a que dejaron escapar el empate en los minutos finales y un gol de Junior Messias le dio la victoria a un AC Milan muy superior que jugó en el Wanda Metropolitano como debía, con el hambre y la voracidad del equipo necesitado. Ambos conjuntos saltaron a la cancha necesitados de un triunfo, que en el caso de los colchoneros los metía casi en octavos de final y en el de los rossoneri los dejaba con vida para jugárselo todo en la última jornada de esta fase de grupos de la Champions League.
Pese a esa necesidad, el Atlético de Madrid pareció salir con miedo en su propia casa y poco a poco se fue arrinconando a sí mismo hasta que el rival, que dominó el juego muy bien, pudo facturar para condenar al equipo de Simeone a jugarse todo en una última jornada que sería de infarto. Los rojiblancos podrían quedar segundos de grupos, caer en la Europa League o quedarse sin más partidos en Europa si una serie de resultados se dan; pero el caso es que luchar por meterse en los octavos de final es la prioridad. Lo malo es que el análisis que deja este último partido, y la campaña en general, es que con tantos fallos e irregularidades podría ser muy difícil que avancen.
7Las estrellas estuvieron desaparecidas
Otro aspecto importante que falló en este Atlético de Madrid fue que las estrellas quedaron a deber. Cuando más se necesitaba que tipos como Luis Suárez o Griezmann hicieran su aparición, ninguno pudo dar la cara para solventar la papeleta. Cierto es que el francés lo intentó, pero su aportación fue casi nula, como la de todo el ataque, y al final acabó quedando a deber en un ataque casi inexistente. Al momento de la verdad deben aparecer las estrellas y en el equipo rojiblanco eso no pasó.