La consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, ha reivindicado este jueves la «agenda azul» frente a la invisibilidad del impacto del cambio climático en el medio marino y su contribución a la adaptación y mitigación de sus consecuencias.
En ese sentido, ha destacado el trabajo del departamento autonómico que ha impulsado un decreto de protección de la posidonia, ha incluido por primera vez en la historia una partida presupuestaria específica para el medio marino y creará un Servicio de Vigilancia Marina que estará operativo el próximo verano.
Mollà ha participado en una mesa redonda enmarcada en el seminario ‘El carbono azul en el corazón de un clima saludable’, organizado por el Centro de Cooperación del Mediterráneo en Málaga, junto al conseller de Medio Ambiente del Govern de las Islas Baleares, Miquel Mir, y la directora general de Calidad Ambiental y Cambio Climático de la Junta de Andalucía, María López.
«La protección marina precisa políticas activas destinadas a enmendar las acciones del pasado, asumir las responsabilidades conjuntas y abrir una fuente de oportunidad», ha señalado la titular de Transición Ecológica, en referencia a la pérdida del 1% anual de la posidonia, una fanerógama endémica del Mediterráneo con una gran capacidad de captura de CO2 y liberación de oxígeno.
Del mismo modo, ha valorado las alianzas territoriales como la establecida entre la Comunitat Valenciana y las Islas Baleares, aunque ha abogado por sumar aliados en una escala supraestatal que debe verse reflejado también en las inversiones: «Necesitamos inversiones a escala global en ciencia del conocimiento, diagnóstico, evaluación y políticas activas».
En este sentido, se ha referido a la fuente de oportunidad que plantea la economía azul en materia de ocupación, que debe responder al choque entre la transición ecológica necesaria y la presión de la actividad económica sobre el medio marino.
Una transición inaplazable en «una de las zonas que va a sufrir con más virulencia los efectos del cambio climático», en palabras de la consellera, que ha hecho un llamamiento a asumir la responsabilidad de la interacción y a colaborar para ser parte de la solución.