La Asociación Española de Pediatría recomienda la vacunación frente al SARS-CoV-2 en niños de 5 a 11 años, desde del derecho de la protección individual frente a esta enfermedad que aunque en general en estas edades es leve, puede complicarse en ocasiones. Asimismo, recuerda que con su vacunación se disminuye la circulación del SARS-COV-2, la aparición de nuevas variantes y se lograr la inmunidad de grupo o de rebaño.
Además, se consigue y mantener espacios educativos seguros, que permitan la normalización de la escolarización y las relaciones interpersonales de los niños, con el consiguiente bienestar psicoemocional. Y con su inmunización no se priva a la población infantil del beneficio que aporta la vacunación, del que ya gozan los mayores de 12 años, «aunque los objetivos en términos de salud sean diferentes».
A parte, añade, «es necesario tener en cuenta que actualmente la incidencia acumulada de infecciones por SARS-CoV-2 es más alta en los niños menores de 11 años que en cualquier otro grupo de edad». Esta carga de enfermedad por SARS-CoV-2 justifica, en opinión del CAV-AEP, la vacunación de todos los niños, siempre que existan vacunas con inmunogenicidad, efectividad y seguridad apropiadas.
Por tanto, una vez que la vacuna esté aprobada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), el CAV de la AEP recomienda la vacunación de todos los niños de este grupo de edad, siguiendo las estrategias marcadas por el Ministerio de Sanidad, y por las mismas razones expuestas más arriba para los niños de 12 a 18 años.
Este es su posicionamiento tras la decisión este jueves del Comité de Medicamentos de Uso Humano de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) de autorizar la vacuna de Pfizer para este grupo de edad.
No obstante, reconoce que no se conoce con exactitud qué porcentaje del total de las infecciones por SARS-CoV-2 en la comunidad corresponde a los niños, dado que hasta un 50% de los casos pueden ser asintomáticos. Hasta ahora, «los niños no han sido el grupo que más ha influido en el comportamiento comunitario de la infección por SARS-CoV-2, toda vez que parecen infectarse y transmitir la enfermedad en menor grado que los adultos», recuerdan.
Dentro de los niños, tanto la transmisibilidad de la infección como la posibilidad de infectarse son más bajas en los niños más pequeños que en los adultos y adolescentes. Sin embargo, es posible que estas diferencias se deban a las diferentes conductas en ambos grupos (actividades más domiciliarias y al aire libre en los niños más pequeños versus actividades más grupales y con mayor riesgo de exposición en los adolescentes).
Del mismo modo, la gravedad de la enfermedad es mucho menor en los niños que en los adultos y la letalidad extraordinariamente baja. En España, la tasa de hospitalizaciones en los niños es 4-6 por mil infectados, la de ingresos en UCIP 3-4/10.000 y una letalidad extraordinariamente baja, de 2-4/100.000. Con todo, y teniendo en cuenta que un gran número de niños ha adquirido la infección desde el inicio de la pandemia, se han producido, en España, al menos, 6.000 hospitalizaciones, 300 ingresos en UCIP y 37 fallecimientos por COVID-19, la mitad de ellos en menores de 10 años.