El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, a través de la Comisión Asesora COVID19, considera que el argumento de vacunar a los niños menores de 12 años para proteger a sus familiares es «débil y pierde peso», ya que inmunidad que genera parece no tener carácter esterilizante.
Desde el Consejo se advierte de en un breve periodo de tiempo las Administraciones Sanitarias deberán enfrentare a la decisión de vacunar a niños entre 6 y 12 años, ya que es previsible que se presenten solicitudes de autorización a la Agencia Norteamericana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) y a la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés)
«En este debate, que supondrá un nuevo reto para las estrategias vacunales, múltiples argumentos apelan a las ventajas de ampliar la vacunación al ámbito pediátrico, apuntando a que refuerza la inmunidad de rebaño al evitar que los niños contagien a sus familiares», advierten.
Sin embargo, recuerdan que «la inmunidad que genera superar la infección o haber recibido la pauta completa de vacunación parece que no tiene carácter «esterilizante», de forma que el virus puede seguir circulando y propagándose a través de personas inmunizadas aunque no genere morbilidad clínicamente apreciable o solamente provoque casos paucisintomáticos, es decir, con signos muy leves de enfermedad».
Y, añade, que, «si esto es así -y parece que es lo que ocurre con la variante delta-, el concepto de inmunidad de grupo o rebaño pierde gran parte de su significación práctica». En base a esto, la vacunación pasaría a ser un instrumento clave en la protección individual para no padecer la enfermedad o para que esta no revista de gravedad clínica ni produzca un elevado número de hospitalizaciones o fallecimientos.
Pero, por otra parte, concluye, «también aportaría un papel en la protección de los contagios en la medida en que pueda reducir -aunque no eliminar- la probabilidad de que un inmunizado transmita el virus».