La reforma en la preparación y respuesta a futuras pandemias está «en marcha», pero para poner fin a esta pandemia y prepararse para la próxima amenaza sanitaria mundial los Jefes de Estado y de Gobierno «deben unirse para avanzar más rápidamente», han resaltado las ex copresidentas del Panel Independiente de Preparación y Respuesta ante una Pandemia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Helen Clark y Ellen Johnson Sirleaf.
«Nos anima ver algún movimiento para abordar las principales lagunas expuestas en la preparación y respuesta a la pandemia mundial. Las conversaciones están teniendo lugar en muchos de los lugares adecuados. El mundo necesita ahora que estas conversaciones confluyan, especialmente en la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde los Jefes de Estado y de Gobierno pueden declarar sus compromisos y un camino hacia un mundo más seguro, incluido un nuevo Consejo de Amenazas Sanitarias Mundiales que proporcione el liderazgo y la responsabilidad tan necesarios», ha reivindicado Helen Clark.
En mayo de 2021, Ellen Johnson Sirleaf y Helen Clark dieron a conocer las conclusiones del Panel Independiente tras un estudio en profundidad de nueve meses sobre la respuesta mundial y nacional a la pandemia de COVID-19.
Recomendaron medidas inmediatas para acabar con el virus y un paquete de reformas internacionales destinadas a «impedir que un futuro brote se convierta en otra pandemia devastadora». En un informe publicado este lunes, estas dos expertas resumen los avances en cada una de las recomendaciones.
ESFUERZOS DESIGUALES Y FRAGMENTADOS
Así, constatan la existencia de «esfuerzos desiguales y a veces fragmentados» mientras continúa la pandemia. Por ejemplo, lamentan que la desigualdad en la vacunación, que «ha cambiado muy poco desde mayo de 2021», sigue siendo «motivo de gran preocupación».
«Nuestro Grupo calculó que había al menos mil millones de dosis disponibles para redistribuir a los países de bajos ingresos antes del 1 de septiembre de este año. Sin embargo, aunque los países ricos han hecho promesas públicas, solo una fracción de las dosis redistribuidas se han entregado realmente. La idea de que un trabajador sanitario pobre esté desprotegido mientras los sanos y ricos reciben dosis de refuerzo debería plantear un profundo dilema moral. Para esto solo hay una solución: la equidad en las vacunas», ha reivindicado Ellen Johnson Sirleaf.
El informe señala la necesidad de recaudar nueva financiación para la preparación ante una pandemia de al menos 10.000 millones de dólares anuales. El documento también subraya la importancia de contar con un fondo común de financiación para la respuesta: en mayo el Grupo recomendó que se dispusiera de hasta 100.000 millones de dólares en caso de amenaza de pandemia.
Estas dos expertas alertan, sin embargo, de la posibilidad de que se prolonguen los debates en la Asamblea Mundial de la Salud y en las Naciones Unidas cuando la necesidad de reformas es «urgente», y piden a los Estados miembros que «trabajen con un propósito para obtener resultados reales que protejan a las personas».
«Instamos a los Estados Miembros a que pasen menos tiempo debatiendo comas en los comités mientras la pandemia sigue haciendo estragos, la gente está muriendo y una nueva amenaza pandémica podría surgir en cualquier momento y en cualquier lugar», ha comentado Helen Clark.
«Lo que se necesita ahora es que los países den un último empujón para que la oportunidad de crear un mundo más seguro no se nos escape de las manos. Nos preguntamos: si esta pandemia que representa una amenaza para la salud y el bienestar de la humanidad en todo el mundo no puede catalizar un cambio real, ¿qué lo hará?», remachan.