El juicio que se celebra en la Audiencia Nacional por tres piezas separadas del denominado ‘caso Villarejo’ se reanudará el próximo viernes con la mira puesta en la respuesta que la Fiscalía Anticorrupción dé a la petición generalizada de las defensas, incluida la del propio comisario, de anular las grabaciones que hacía de sus conversaciones con otras personas y que son uno de los pilares probatorios de esta causa.
La presidenta del tribunal, la magistrada Ángela Murillo, fijó la nueva sesión para el 26 de noviembre con la expectativa de que las defensas terminen de exponer sus cuestiones previas y de que la Fiscalía Anticorrupción y el resto de acusaciones contesten a los encausados y planteen las suyas para dar paso ya en la siguiente sesión, prevista para el 1 de diciembre, al interrogatorio de los imputados.
En esta vista oral se juzgan a la vez las piezas ‘Iron’, ‘Land’ y ‘Pintor’ de la macrocausa ‘Tándem’, un puzzle formado por más de una treintena de piezas donde se investigan los trabajos privados que Villarejo habría hecho para diversos clientes –desde particulares a empresas del Ibex 35– siendo comisario en activo y, supuestamente, valiéndose de medios policiales.
En este triple juicio se intenta dilucidar si realizó labores de espionaje para resolver conflictos entre bufetes de abogados, empresarios y particulares, incluido uno en torno a la herencia del fundador de la lujosa urbanización de La Finca (Madrid), por lo cual el Ministerio Público pide que sea condenado a 109 años de cárcel, multas que superarían los 950.000 euros —a las que habría que sumar eventuales indemnizaciones– y varias inhabilitaciones.
No obstante, hay más de 30 encausados, entre los que destacan el socio de Villarejo, Rafael Redondo, y su mujer, Gema Alcalá, así como el también comisario Enrique García Castaño, que se enfrentan a penas de 102, 86 y 87 años de cárcel, respectivamente.
LOS AUDIOS Y EL CNI
En las primeras sesiones, la mayoría de las defensas, incluidas las de Villarejo y los principales encausados, solicitaron la nulidad de los audios incautados en las entradas y registros que se produjeron en 2017 en el marco de la pieza principal de ‘Tándem’, ‘King’.
Y lo hicieron en base a dos argumentos centrales. En primer lugar, cuestionaron cómo se obtuvieron esas pruebas porque, según denunciaron, no se respetó la orden judicial que permitió las entradas y registros, la cual establecía que si se encontraban dispositivos informáticos debía procederse a un volcado ‘in situ’ de su contenido siguiendo un protocolo específico y que, de ser necesario llevárselos, debía ser precintados, así como que todo ello debía quedar en manos del juzgado.
Sin embargo, las defensas indicaron que los aparatos electrónicos hallados no se vaciaron en ese momento porque la Unidad de Asuntos Internos se escudó en que no llevaba los dispositivos necesarios para hacerlo, que los elementos incautados no iban precintados y que todo lo decomisado quedó en poder de dicha unidad policial, que tardó unas dos semanas en ponerlo a disposición de la autoridad judicial. En consecuencia, advierten de que los audios podrían estar manipulados.
El abogado de Villarejo, Antonio José García Cabrera, también arrojó dudas sobre la verdadera motivación de esas entradas y registros. Así, afirmó que se produjeron en el marco de una «investigación prospectiva» con la que se habría buscado «pescar» al «pez». La defensa del hijo del comisario completó el cuadro al sostener que el CNI habría alimentado estas indagaciones por la «animadversión» hacia su padre.
El letrado de García-Castaño puso sobre la mesa un segundo argumento para anular las famosas grabaciones que se apoya en la doble faceta de Villarejo como policía y abogado. En este sentido, razonó que si se interpreta que son charlas de un agente habría «una clara provocación delictiva», dado que en ellas empujaría a los otros interlocutores a cometer o reconocer delitos; mientras que en el otro escenario serían conversaciones entre un letrado y sus clientes, protegidas por el secreto profesional.
VILLAREJO EN EL BANQUILLO
En la última sesión, Villarejo quiso terminar de pronunciar sus cuestiones previas, haciendo valer así el estatus de abogado de su propia defensa que se le reconoció en la fase de instrucción, pero la magistrada Murillo no se lo permitió por haberlas empezado su compañero, García Cabrera. «Los dos al alimón no», espetó.
Se espera que García Cabrera remate sus cuestiones previas en la sesión del próximo viernes, cuando debería quedar superada esta etapa de un juicio que se alargará al menos hasta principios de 2022.
Se trata del primer juicio por ‘Tándem’ pero no es la primera vez que Villarejo se sienta en el banquillo. Ya fue juzgado –y absuelto– por los delitos de injurias y denuncia falsa de los que le culpaba el ex director del CNI Félix Sanz Roldán.
Y aún tiene por delante un largo recorrido judicial a causa del universo ‘Tándem’, algunas de cuyas piezas avanzan ya hacia la fase de juicio oral tras haber concluido años de instrucción.