ONUSIDA ha reclamado compromisos de financiación «mayores y sostenidos» para acabar con el sida en 2030, tras haber experimentado «un importante déficit de financiación desde 2015».
La organización ha convocado a donantes, socios y miembros de su Junta Coordinadora en Ginebra (Suiza) para mantener un diálogo que ayude a reforzar los esfuerzos de ONUSIDA.
Durante la reunión, celebrada el 15 de noviembre, ONUSIDA advirtió de que, a pesar de que un número cada vez mayor de países está demostrando la viabilidad de acabar con el sida como amenaza para la salud pública, la respuesta mundial al VIH «se está tambaleando, lo que se traduce en una ralentización del descenso de las nuevas infecciones por el VIH y de las muertes relacionadas con el sida».
Alrededor de 1,5 millones de personas se infectaron con el VIH en 2020, y cada 60 segundos alguien murió de una enfermedad relacionada con el sida. Sin una «corrección inmediata del rumbo y un impulso renovado», ONUSIDA teme que las esperanzas de alcanzar el objetivo de acabar con el sida en 2030 «se desvanezcan».
«A medida que avanzamos en la siguiente fase de la respuesta al sida, aumenta el riesgo de abandono político, ya que la epidemia se concentra entre las poblaciones más marginadas, discriminadas y criminalizadas, así como entre las adolescentes y las mujeres jóvenes. ONUSIDA es necesaria ahora más que nunca», ha reivindicado la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima.
Desde 2015, ONUSIDA ha experimentado un grave déficit de financiación. Para 2020 y 2021, ONUSIDA tenía un presupuesto anual de 242 millones de dólares. En 2020, recaudó 194,1 millones de dólares, pero se espera que en 2021 solo recaude 165 millones.
«Nuestra situación actual de financiación limita lo que es posible y lo que se puede hacer posible. Es hora de invertir. Es hora de igualar nuestra ambición política y de equipar a todas nuestras partes interesadas para impulsar la respuesta y ayudar a hacer realidad el derecho humano a la salud para todos», ha defendido Byanyima.