Aun cuando existen los envases de caldo comerciales, nada se compara a un buen caldo casero. Sea de pollo, carne o vegetales, el caldo siempre resulta imprescindible en muchas de las recetas que se preparan en la cocina. Por lo general al hacerlo casero, guardando el caldo de una sopa, la forma de conservarlo es refrigerándolo o congelándolo y a veces sin percatarte puede comenzar a descomponerse.
Hay ciertas señales que debes tener en consideración para poder darte cuenta si el caldo se ha echado a perder antes de su utilización. Quédate para conocerlas y consume solo alimentos que no sean riesgosos para tu salud.
6Colar la sopa: un paso importante antes de congelar
Tal como te he comentado, el caldo de sopa se conserva mucho mejor congelado; por esta razón, antes de llevarlo al envase en el que lo congelarás, es conveniente que lo pases por un colador y lo hiervas.
Al hervir el caldo que obtuviste, este quedará más concentrado reduciéndose a la mitad. Una vez que se haya reducido, enfríalo muy bien y llena los recipientes del tamaño adecuado.